Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO, 29 ene (Xinhua) -- Con un conteo regresivo en medio de la calurosa noche estival santiaguina, chilenos celebraron por primera vez la víspera del Año Nuevo chino, o Fiesta de la Primavera, en un evento masivo con danzas, dragones y acrobacias del país asiático y una fiesta con un DJ que se prolongó hasta la madrugada.
Esta fiesta se celebró durante toda la jornada del martes pasado y se extendió hasta la madrugada del día siguiente en la comuna de Cerrillos, en el surponiente de la capital chilena, cuyo parque Orione es el pulmón verde de la localidad y aloja la feria de luces tradicionales chinas Tianfu Festival.
"Nunca pensé celebrar el Año Nuevo chino. Ha sido muy divertido ver todos los espectáculos y ahora bailar, como en nuestro año nuevo del 1 de enero", dijo Antonia Ríos, una mujer de 64 años que danzó todas las melodías que tocó el DJ.
Miles de personas se reunieron en el Tianfu Festival y realizaron el conteo regresivo hasta las 00:00 hora para esperar el Año Nuevo chino 2025; le dieron la bienvenida al Año de la Serpiente alzando luces que fueron regaladas en la entrada.
Tras esto, un DJ ofició la ceremonia con canciones bailables que suenan en todas las fiestas chilenas, como "Un año más" de "La Sonora de Tommy Rey", la melodía más icónica en el país sudamericano para celebrar el cambio de año y que ha trascendido generaciones; ahora también se ocupa para celebrar el Año Nuevo chino.
El embajador chino en Chile, Niu Qingbao, afirmó frente a los asistentes que fue un día muy especial para los chinos porque es Noche Vieja del Año Nuevo.
"Para mí es un gran placer poder reunirme con nuestros amigos para celebrar juntos el Año Nuevo chino, también llamado la Fiesta de la Primavera. Sabemos que la Fiesta de la Primavera es la fiesta más importante de China que cuenta con más de 4.000 años de historia", explicó.
A su vez, detalló que es el momento cuando los chinos de todo el mundo se reúnen en familia, comparten planes para el futuro y fortalecen los lazos de amor y cariño familiar.
Destacó que los asistentes no solamente son testigos de la historia, sino también "protagonistas del futuro de China", porque en diciembre de 2024 el Año Nuevo chino fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Apuntó que ahora la cultura china no pertenece solamente al país asiático, sino también "al mundo entero".
La fiesta sumó una retahíla de espectáculos, como la Danza del Dragón, la Danza de Fuego o el tradicional cambio de máscaras, uno de los espectáculos que capturó más aplausos y risas entre los espectadores.
Entre los asistentes, la profesora de 45 años Marlene Roja confesó a Xinhua que acompañó a su hija, una fanática de la cultura china.
"Venir en la noche es un panorama súper bonito, súper mágico. Y aprendemos mucho, desde la comida, la gastronomía, la cultura. Cada figura tiene su historia, su explicación, entonces es muy agradable poder aprender y es un ambiente muy mágico", dijo.
Rojas cruzó la ciudad, desde la comuna de Ñuñoa, para asistir a esta celebración de la víspera de Año Nuevo Chino.
"Tenía muchas ganas, nos pegamos tremendo 'pique' (viaje). Está muy lindo, bien pensado y además es todo súper bien agradable.", complementó.
Ahora, la profesora deberá cumplir una de las promesas que le hizo a su hija en el Festival, llevarla a China cuando salga del colegio.
Por su parte, la trabajadora social de 28 años Jaqueline Medina viajó desde Rancagua, a una hora al sur de la capital, especialmente para participar en esta celebración junto a su hijo y marido.
"Me parece muy entretenido. Es un atractivo demasiado llamativo, ya que está muy enfocado a la temática de los niños para que puedan aprovechar las vacaciones y disfrutar en familia", aseveró a Xinhua.
Medina confesó que le llamó "mucho" la atención la exposición que realizan con las esculturas, porque "se ven muy livianas y básicamente proyectan mucho, abarcan mucho con cosas muy pequeñas o sutiles".
Destacó poder celebrar el Año Nuevo chino, porque "abre el espacio para que nosotros también podamos disfrutar junto con ellos. Chile da las oportunidades de que podamos disfrutar todos juntos".
Los asistentes se fotografiaron en el bosque de pandas, el puente de Lanzhou y la representación de la Pagoda Leifeng de 30 metros de altura, algunas de las atracciones a gran escala que iluminan las noches veraniegas en Chile en Tianfu Festival.
También resaltaron decenas de conjuntos temáticos de linternas con motivos tradicionales chinos como instrumentos musicales típicos, juegos de cerámica, portales y animales mitológicos, entre ellos el dragón, que son visitados cada año por miles de personas atraídas por la luminosidad y la milenaria cultura del país asiático.
