BUENOS AIRES, 26 ene (Xinhua) -- Las carreras de Bote del Dragón de China fomentan la amistad, la camaradería y la inclusión en Argentina, donde cada vez más personas se interesan por una actividad que se ha convertido en un componente esencial de las celebraciones por la llegada del Año Nuevo Lunar chino en el país sudamericano.
Este domingo, los diques del barrio de Puerto Madero, en la zona sur de la capital, se llenaron de color y entusiasmo con una demostración vibrante de esta práctica. Natasha Aman, de 34 años, una de las participantes, compartió con Xinhua su pasión por el Bote del Dragón.
Aman comentó que se interesó en la práctica hace cuatro años, cuando se mudó desde la capital a la periferia norte, donde la Asociación Argentina de Botes Dragón tiene su sede.
"Yo me mudé al barrio de Escobar, donde está la sede de la Asociación de Botes Dragón, tenía ganas de empezar un deporte en equipo, para conocer gente, para integrarme. Me hablaron del Bote de Dragón, que es un deporte milenario chino, empecé, probé, me encantó y acá sigo", destacó la entrevistada.
Aman, integrante del equipo Fénix, destacó que las carreras de Botes de Dragón son una práctica inclusiva que trasciende géneros, edades y tipos de cuerpo. Además, subrayó que este deporte no solo le ha brindado la oportunidad de formar nuevas amistades, sino también de involucrar a sus familiares y profundizar en el conocimiento de la rica cultura china.
En particular, hizo hincapié en los festejos asociados al Año Nuevo Lunar o Fiesta de la Primavera, reconocidos en diciembre pasado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
"La cultura china tiene miles de años, es muy rica y siempre se siente ese orgullo de ellos para mostrar lo que los representa. Me parece buenísimo que lo hayan declarado Patrimonio Cultural Inmaterial, porque está bueno que se siga manteniendo viva esta cultura que se va compartiendo año tras año. Es muy lindo", consideró la entrevistada.
Según Aman esas celebraciones tienen mucho simbolismo y agregó que "siempre la gente está muy alegre por compartir, a la comunidad china le gusta mostrar sus costumbres, sienten mucho orgullo de lo que ellos representan. Está el despertar del dragón, acompañado de danzas y ropas típicas. Es muy, muy lindo y muy pintoresco para ver".
Dijo además que las competencias de Botes de Dragón se integran plenamente con las celebraciones del Año Nuevo Lunar, lo que permite ver "algo de la cultura, de cómo festejan, de sus danzas, sus ropas, su música. Es muy interesante, muy rico, muy lleno de colores, muy alegre, se los nota muy alegres de compartir su cultura".
La deportista, dedicada al comercio exterior, compartió también que su conexión con la cultura china a través del Bote del Dragón le ha permitido disfrutar de la gastronomía tradicional del país asiático y leer libros sobre la historia del Festival del Bote del Dragón, reconocido también como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional de China.
Al describir cómo vive los días de competencia, Aman explicó que "las semanas previas comenzamos con un entrenamiento especial", mientras que el día anterior se presta especial atención a la alimentación y las horas de sueño.
"Nos levantamos temprano, nos concentramos con el equipo, tratamos de llegar con antelación a las competencias, realizamos charlas motivacionales y buscamos demostrar todo el esfuerzo y preparación que hemos dedicado durante el año", detalló Aman.
Aunque todos buscan ganar, el objetivo principal es "divertirse y pasar un buen rato".
Aman mencionó la conexión especial entre los equipos. "Varios equipos son de aquí, así que no solo somos compañeros de Bote Dragón, sino también vecinos. Nos cruzamos en muchos aspectos de la vida: los chicos van juntos al colegio, te encuentras en el supermercado o caminando por la calle".
Con una sonrisa, recordó que su pareja cambió el fútbol por el Bote del Dragón y que incluso una tía suya es parte de esta actividad, integrando el equipo "Las Rosas del Plata", que reúne a mujeres sobrevivientes de cáncer de mama.
"Toda la familia viene a alentarnos", subrayó con entusiasmo.
Sobre su equipo, Fénix, explicó que está conformado por 25 personas de entre 30 y 67 años, y valoró la diversidad: "Hay hombres, mujeres, y todos podemos competir porque existen categorías para todos. Tratamos de que todos participen y experimenten lo que es una competencia de Bote del Dragón".
Detalló que este deporte, que permite incluir a grandes grupos, fomenta un profundo compañerismo tanto dentro como fuera del bote.
"Yo empecé en un equipo que recién se estaba formando, éramos todas principiantes y es muy lindo, hay mucho compañerismo, no solo dentro del bote, sino afuera también, los momentos que compartimos, acá en las competencias, los festejos, es un muy lindo deporte en equipo", detalló.
Antes de sumarse al Bote del Dragón, Aman confesó que no conocía muchos detalles sobre la cultura china. Sin embargo, remar en los Botes del Dragón le permitió descubrir su riqueza.
"Sabía que la cultura asiática era milenaria, pero no tenía idea de nada. Pero sí, la verdad es que me sorprendió, me encantó la riqueza y la cantidad de simbolismos y ritos que tienen dentro de su propia comunidad", precisó.
Aman también destacó el creciente interés de los argentinos por las festividades chinas y observó una mayor apertura hacia otras culturas. Esto, a su juicio, también es resultado de una comunidad china más integrada que se siente cómoda compartiendo sus tradiciones.
Tras señalar que le encantaría viajar a China para participar del Festival del Bote del Dragón que se celebra anualmente el quinto día del quinto mes del calendario lunar chino, Aman resumió: "Es un punto fuerte de mi vida hoy en día el Bote del Dragón, me motiva a querer estar bien, en hacer ejercicio o la alimentación. Es como una luz que uno tiene que seguir".
