LA PAZ, 24 ene (Xinhua) -- Con buenos deseos, mucha fe y esperanza, los bolivianos de distintas regiones del país iniciaron hoy la celebración de la tradicional "fiesta de la miniatura", denominada este año como la "Alasita del Bicentenario" en conmemoración de los 200 años de la Independencia de Bolivia.
Las ferias principales se desarrollan en las ciudades de La Paz y El Alto (oeste), donde miles de ciudadanos adquieren representaciones en miniatura de objetos deseados, como casas, vehículos, terrenos, títulos profesionales y pasaportes, con la esperanza de que se materialicen en el tiempo.
"Luego, estas representaciones son bendecidas en pequeños altares donde se realizan ofrendas ancestrales, conocidas como ch'allas (ofrendas), utilizando alcohol, vino tinto, flores, azúcar, incienso y otros elementos para que los deseos se cumplan", explicó en entrevista con Xinhua la docente de Administración en Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo, Ana Patricia Huanca.
La experta destacó que esta celebración no solo es una exaltación de la tradición, sino también un testimonio de la transformación de la devoción hacia el Ekeko, dios de la abundancia y figura central de esta festividad.
En las últimas dos décadas, esta tradición se ha extendido a diversas regiones de Bolivia e incluso a otros países, además de que ha dejado de ser exclusiva de las zonas populares, atrayendo ahora a personas de todos los estratos sociales, explicó Huanca.
"La Alasita se ha ido desarrollando y cambiando en las últimas décadas para convertirse en un fenómeno cultural hondamente afincado en la sociedad boliviana", señaló.
Las afueras del Palacio Quemado, antiguo epicentro histórico de decisiones políticas en Bolivia, se transformó este mediodía en un símbolo de tradición y modernidad, donde el presidente Luis Arce, acompañado del vicepresidente David Choquehuanca y varios ministros, participó en la feria instalada temporalmente en la Plaza Murillo.
"Que haya abundancia y prosperidad para toda la familia boliviana", expresó en el lugar el presidente.
Una ciudadana entregó al presidente billetes en miniatura como símbolo del deseo colectivo de que al país no le falten recursos económicos y, en respuesta, Arce repartió miniaturas y billetes entre los asistentes, deseando que el Ekeko les traiga prosperidad.
"Visitamos nuestra tradicional Feria de Alasita en Plaza Murillo, donde compramos billetitos, productos en miniatura y compartimos un grato momento con nuestras caseritas. ¡Jallalla (que vivan) nuestras tradiciones!", expresó posteriormente Arce en un mensaje en su cuenta de X.
Por su parte, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, destacó el valor cultural de esta festividad y el deseo de los bolivianos de "construir un mejor futuro".
La feria de la Alasita, cuyos recorridos fueron declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en diciembre de 2017, se desarrollará durante tres semanas, ofreciendo a la ciudadanía la oportunidad de adquirir las elaboradas miniaturas creadas con esmero por los artesanos bolivianos.
