QUITO, 22 ene (Xinhua) -- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó hoy miércoles la desaparición y asesinato de un niño y tres adolescentes afrodescendientes en la ciudad de Guayaquil, en el suroeste de Ecuador, en diciembre pasado, un hecho que causó conmoción en el país andino.
El organismo indicó en un comunicado que "condena la desaparición y posterior asesinato e incineración de los cuerpos del niño Steven Medina, de 11 años, y los adolescentes Josué Arroyo, 14, Saúl Arboleda e Ismael Arroyo, de 15 años, en Guayaquil".
La CIDH pidió al Estado "investigar, juzgar, sancionar y reparar los hechos con la debida diligencia, asegurando que se verifique y aclare la posible responsabilidad de personal militar", presuntamente involucrado en el caso.
Añadió que los cuatro menores fueron víctimas de desaparición y asesinato, además de que sus cadáveres fueron destruidos, presuntamente, con el fin de eliminar evidencias y buscar impunidad en el caso.
"El Estado debe cumplir su obligación reforzada de proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes bajo su custodia", apuntó la CIDH.
El organismo también manifestó su preocupación por el pronunciamiento del ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, quien advirtió que buscará sanciones para una jueza que declaró la "desaparición forzada" y dispuso la búsqueda urgente de los menores, además de que conminó al Ministerio de Defensa a disculparse por los hechos.
El ministro hizo esta advertencia, al emitir unas disculpas públicas al país, por considerar que la jueza dio paso a una "persecución política" contra las Fuerzas Armadas.
A criterio de la CIDH, tales declaraciones "pueden amenazar la independencia judicial e inhibir la labor de defensa de derechos humanos en el país".
Los hechos, que la CIDH calificó como "repudiables", se remontan al 8 de diciembre de 2024 cuando se denunció la desaparición de los menores en el sector de Las Malvinas, un populoso barrio del sur de Guayaquil, después de salir de jugar un partido de fútbol.
Según información oficial, fueron detenidos por personal militar en las cercanías de un centro comercial y subidos a vehículos de las Fuerzas Armadas.
El 24 de diciembre, la Policía encontró los cuatro cadáveres incinerados y con signos de tortura cerca de una base militar, y una semana después, fueron identificados.
La Fiscalía presentó cargos por desaparición forzada contra 16 militares implicados en el caso y actualmente están en prisión preventiva.
Los militares declararon que los menores fueron detenidos por una denuncia de robo y que luego los liberaron, deslindando su responsabilidad en las muertes.
