BUENOS AIRES, 17 ene (Xinhua) -- La prioridad que ha otorgado el Gobierno de Argentina a la reducción de la inflación ha generado un tipo de cambio apreciado, con un dólar que se ha logrado mantener en niveles bajos, lo cual recientemente se ha ratificado con la decisión del Banco Central de ralentizar el ritmo mensual de la devaluación del peso (moneda local).
Respecto de un año atrás, el tipo de conversión oficial ha aumentado aproximadamente un 28 por ciento en línea con el ritmo de depreciación de la moneda local de un 2 por ciento mensual, también llamado "crawling peg".
Mientras tanto, en el segmento paralelo, el denominado dólar "blue" solo anotó un aumento de 10 pesos, manteniendo prácticamente los niveles reportados en enero de 2024.
Para el economista argentino Tomás Canosa, la estabilidad del dólar, sobre todo la registrada en los segmentos paralelos, incluyendo los financieros (resultantes de operaciones bursátiles), se explica por el mantenimiento que ha hecho el Gobierno de los estrictos controles cambiarios que rigen en el país desde 2019.
"El Gobierno, junto al Banco Central, vino apreciando sistemáticamente el tipo de cambio, logrando que hoy tengamos un tipo de cambio real bastante apreciado en términos históricos y que a futuro se apreciará más en términos mensuales", ilustró.
Explicó que esta situación ha sido conseguida por el Gobierno "a través de dos canales".
"Por un lado, mantiene muchas de las regulaciones y controles de capitales que conocemos como 'cepo cambiario'. El otro canal tiene que ver con la capacidad y el marco normativo del Banco Central que le permite intervenir en los mercados financieros", agregó.
Canosa explicó que aunque el Gobierno del presidente Javier Milei ha levantado algunas de las restricciones cambiarias en el transcurso del último año, "una parte importante aún se mantiene".
Por otra parte, la intervención en los mercados financieros, concretamente en un segmento llamado "Contado Con Liquidación" o "CCL" que permite adquirir divisas a través de la compra-venta de títulos públicos, ha contribuido a una menor presión hacia el tipo de cambio.
A esto se suma a que el sector exportador agrícola líquida en el mercado local un 20 por ciento de sus divisas por despachos al exterior utilizando la cotización del "CCL", generando así un mayor volumen de oferta que permite bajar o mantener la brecha cambiaria, explicó.
Consultado sobre la capacidad del Gobierno de mantener un tipo de cambio apreciado para este 2025, indicó que la reciente decisión del Banco Central de ralentizar el ritmo de devaluación del peso, que pasó del 2 por ciento al 1 por ciento mensual, parece reflejar la confianza del Gobierno de mantener el actual nivel del dólar.
"El Gobierno anunció que el ritmo de devaluación desde el 1 de febrero en adelante va a ser del 1 por ciento mensual, con lo cual claramente la estrategia del Gobierno es desacelerar aún más la inflación. Y por eso es que la depreciación diaria va a seguir bajando", indicó.
Sin embargo, Canosa explicó que la actual apreciación cambiaria conlleva a un serio desafío para la economía real.
"Un punto central del marco de la política del Gobierno, que es la apreciación cambiaria, nos lleva a preguntarnos cuánto tiempo se puede sostener por el impacto que tiene para la economía real", precisó.
Argumentó que para ciertos sectores es difícil competir contra el resto del mundo con el tipo de cambio que está tan apreciado, lo cual también lleva a pregunta "cómo esto impacta en términos del empleo, de condiciones de vida y de los salarios".
En su análisis, el asesor financiero Gastón Lentini, citado por el diario local "Ámbito", aseguró que las empresas impactadas, posiblemente "ahora se enfrentan a la necesidad de ajustarse, lo que podría incomodar a muchos y dejar a varios fuera de juego".
Asimismo, Mariano Ricciardi, director ejecutivo de BDI Consultora de Inversiones, también citado en "Ambito", dijo que la apreciación cambiaria se convierte en un punto delicado para el país, y más en un contexto regional en que el resto de los países han devaluado sus monedas.
"Si no ajustamos el tipo de cambio, perderemos competitividad. La dinámica de querer reducir la nominalidad de la economía, bajar la inflación y mantener el dólar estable se vuelve muy compleja, en particular, cuando las monedas de los países vecinos se están depreciando", mencionó.
Para Canosa, esta dificultad para los sectores "transables" representa una arista compleja para la economía argentina en 2025.
"Por ejemplo, para la industria exportadora es difícil competir contra el resto del mundo. Además, este esquema de apreciación cambiaria también se complementa con un esquema en materia de políticas que tiende a generar mayor desregulación o mayor oferta importadora, lo cual, en este contexto, de apertura y apreciación, puede hacer que las empresas tengan muchas dificultades para competir", aseveró.
Canosa indicó que las dudas se posan específicamente sobre la aplicación de las actuales medidas económicas en tan corto tiempo, y su impacto en la industria local.
"Me parece que hoy por hoy Argentina tiene en términos de estructura impositiva, de logística, entre otros factores, una serie de razones que dificulta el panorama para los sectores transables", concluyó.