BRASILIA, 16 ene (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó hoy jueves la primera ley que define las reglas de funcionamiento del nuevo sistema fiscal establecido por la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) de reforma tributaria aprobada por el Congreso en 2023, el principal proyecto del primer año del actual mandato presidencial.
El proyecto sancionado detalla reglas para la cobranza de los tres nuevos impuestos sobre el consumo creados por la reforma tributaria.
Debido a que el presidente vetó algunos puntos, el texto vuelve al Congreso, que puede echarlos abajo.
En un discurso durante la ceremonia, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, afirmó que las modificaciones propuestas en la reforma tributaria no serán "perceptibles hoy o mañana. Pero este va a ser el mayor legado de la economía que (el presidente Lula da Silva) va a entregar para la población brasileña".
En la apertura del evento, el secretario de la Reforma Tributaria del Ministerio de Hacienda, Bernard Appy, afirmó que se trata de una "revolución en el sistema tributario brasileño".
"Estamos hablando del aumento de la renta, en un plazo de 10 a 15 años, aumento de la renta mayor de 10 por ciento además de lo que crecería el PIB de todos los brasileños, por cuenta de esta reforma tributaria aprobada. Y estamos hablando de un sistema más justo que el actual, porque desgravará más a los pobres y gravará más a los ricos. Al contrario de lo que sucede hoy", dijo.
La reforma tributaria en Brasil reemplaza cinco tributos actuales por tres nuevos impuestos. El Impuesto sobre Bienes y Servicios (IBS) y la Contribución sobre Bienes y Servicios (CBS) gravarán el consumo, mientras que el IS (Impuesto Selectivo) será una sobretasa destinada a desincentivar el consumo de bienes y servicios perjudiciales para la salud o el medio ambiente.
Además, establece la creación de un IVA (Impuesto sobre el Valor Agregado), que unificará el IBS y la CBS con una alícuota máxima aún por definir. El nuevo sistema se implementará gradualmente a partir de 2026 y estará plenamente vigente en 2033.
La propuesta prevé la exención de impuestos en los alimentos de la canasta básica, como el arroz, frijoles y carnes. Además, se estima un cobro adicional para bebidas alcohólicas y refrescos, considerados perjudiciales para la salud.
