BUENOS AIRES, 26 dic (Xinhua) -- El panorama económico de Argentina para finales de 2024 y el inicio de 2025 presenta un escenario marcado por la heterogeneidad sectorial y el riesgo de desajustes en el frente cambiario, afirmó hoy el economista argentino Hernán Letcher.
El director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) opinó que si bien el Gobierno del presidente Javier Milei sostiene que el país se encuentra en una posición ideal para un despegue económico, tras un año de severo ajuste fiscal, la sostenibilidad de la actual política cambiaria y sus efectos sobre la producción y el empleo siguen siendo dudas clave para el futuro inmediato.
"El Gobierno plantea que está en el lugar ideal para el despegue, pero el análisis implica poner en consideración varias cuestiones. La primera me parece que es el frente cambiario. La discusión que hoy existe en Argentina es si el actual tipo de cambio real multilateral es sostenible en el tiempo, considerando que el Banco Central no acumula dólares y todavía sigue teniendo reservas netas negativas", dijo Letcher en entrevista con Xinhua.
El programa de recorte del gasto público junto a una política monetaria contractiva ha propiciado que el tipo de cambio en Argentina se mantenga en niveles cercanos a los registrados al inicio del mandato del presidente Milei, contribuyendo a su vez al objetivo de desaceleración inflacionaria priorizado por el Ejecutivo.
No obstante, la actual relación entre la moneda local y el dólar estadounidense parece estar "dificultando la capacidad del país para acumular reservas internacionales", explicó el economista.
En cuanto a los sectores productivos, muy afectados este 2024 por la caída del consumo y el encarecimiento de los costos, el economista destacó una creciente polarización entre aquellos que experimentan crecimiento, como la minería y la energía, y los sectores que enfrentan estancamiento, como la industria, el comercio y la construcción.
"Hemos visto una política que pega sobre los sectores de la producción de manera significativa, con lo cual se profundiza la heterogeneidad entre sectores que en general generan mayor empleo respecto de sectores que no generan empleo y que son los que han crecido y están creciendo", aseveró.
Aunque el dinamismo de ciertos sectores podría impulsar la actividad económica, la creación de empleo sigue siendo un desafío, continuó el director del CEPA.
"Lo que uno ve es una profundización de la heterogeneidad sectorial, sectores que ganan y sectores que pierden, con lo cual el efecto sobre la actividad podría ser incluso positivo, porque tracciona el alza de la intermediación financiera, la energía, la minería, que compensa la caída o el estancamiento de la industria, el comercio y la construcción", indicó Letcher.
"El problema es que los tres sectores que tienen dinamismo generan solo un 4 por ciento de los puestos de trabajo, mientras que los sectores que no crecen generan el 45 por ciento de los puestos de trabajo", reflexionó.
En ese sentido, a pesar de las expectativas de una posible reactivación económica en Argentina hacia el próximo año, el economista advierte sobre la posibilidad de que este repunte no se traduzca en mejoras sustanciales para la mayoría de la población.
"Puede darse un escenario donde la actividad económica muestre una mejora, pero eso no se refleje en un acompañamiento o en un beneficio para el común de la gente", concluyó el economista.