BEIJING, 14 dic (Xinhua) -- El recientemente inaugurado puerto de Chancay, ubicado a 80 kilómetros al norte de Lima, la capital de Perú, es considerado el primer puerto inteligente y el primer puerto ecológico de Sudamérica. Establece un corredor logístico entre Latinoamérica y Asia al recibir buques con capacidad para 18.000 contenedores y reducir los tiempos de envío de mercancías de 45 a 23 días.
Desde hace mucho tiempo, los peruanos soñaban con tener un gran puerto comercial en Chancay y el sueño se ha hecho realidad a través de la compañía china Cosco Shipping Ports en tan solo cinco años, a pesar de todas las dificultades causadas por la pandemia.
La ultramoderna terminal portuaria no es un caso aislado, puesto que la cooperación entre China y América Latina en el campo de la infraestructura se ha ampliado continuamente, lo que ha traído más beneficios a los países y pueblos latinoamericanos.
Actualmente, la región latinoamericana es el tercer mercado más grande del mundo para las empresas de infraestructura chinas. Cientos de obras han surgido y siguen surgiendo en diversos países de la región, desde carreteras, trenes rápidos y metros, hasta escuelas, hospitales, puentes, túneles, puertos y aeropuertos, además de 30 centrales de energía, afirma el periódico colombiano La República.
POTENCIANDO EL DESARROLLO DE INFRAESTRUCTURA LOCAL
"Hace un par de años, mientras recorría el centro de San Salvador, pregunté cuál era el país que estaba haciendo la ambiciosa renovación urbana en esa parte de la ciudad. La respuesta fue 'China'", relata Francisco Barbosa, profesor del Adam Smith Center for Economic Freedom de la Universidad Internacional de la Florida, en su citado artículo firmado de La República, que lleva por título "China en América Latina".
"Mi interlocutor me dijo que en los próximos años le darían brillo al país con grandes obras de infraestructura con apoyo de China", escribió Barbosa, y añadió que la persona con la que hablaba le dijo que la "monumental" Biblioteca Nacional, inaugurada en enero pasado, también era una obra china, y que "no tiene nada que envidiarle a cualquier obra faraónica en el mundo".
Empresas chinas desarrollaron en Brasil la red de transmisión de electricidad de ultra alta tensión desde la central hidroeléctrica de Belo Monte. En Colombia, construyen la primera línea del metro de Bogotá y el Regiotram de Occidente, un sistema ferroviario que conectará la sabana de Bogotá. En Antigua y Barbuda, estuvieron a cargo de la modernización del puerto de Saint John's. En Argentina, realizaron la rehabilitación del ferrocarril Belgrano Cargas. En Jamaica, hicieron la autopista de cuatro carriles que une la capital, Kingston, con la ciudad turística de Ocho Ríos.
Por su parte, Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo durante el Foro para el Desarrollo Energético con Bajas Emisiones de Carbono de Taiyuan 2024, celebrado recientemente en Taiyuan, capital de la provincia de Shanxi, en el norte de China, que en los últimos años, Argentina, Brasil, Chile y México se han convertido gradualmente en las principales potencias de la cooperación en materia de infraestructura entre América Latina y China. Además, señaló, un número creciente de empresas privadas chinas participan activamente en proyectos de infraestructura en América Latina, por lo cual, la inversión y las tecnologías chinas han inyectado una gran vitalidad al desarrollo de la infraestructura local.
Wang Fei, investigador asociado del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China (ILAS-CASS, siglas en inglés), indicó que la cooperación en materia de infraestructura entre China y la región latinoamericana tiene varias características.
En principio, la misma cuenta con una amplia distribución, cubriendo puertos, electricidad, ferrocarriles, transporte urbano y otros campos en diversos países, detalló.
A su vez, la cantidad y la escala de la inversión son notables, y la capacidad para generar empleo es fuerte. Hasta 2023, China había ejecutado más de 200 proyectos de infraestructura para países de América Latina, impulsando vigorosamente el desarrollo económico, la mejora del nivel de vida de la gente y la transición energética de la región, de acuerdo con Wang.
Otro punto destacado por este experto es que el modelo de cooperación entre China y América Latina se expresa de diversas formas y se sigue innovando y mejorando.
El académico detalló, además, que la financiación de esta cooperación es diversificada, ya que China y los países latinoamericanos implementan sus proyectos de cooperación a través de acuerdos de cooperación económica y técnica, préstamos comerciales, financiamiento de capital y financiamiento para el desarrollo, y al mismo tiempo aprovechan a plenitud fuentes multilaterales de financiamiento, incluyendo una línea de crédito especial de infraestructura China-América Latina, el fondo de cooperación China-América Latina, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) y el Nuevo Banco de Desarrollo.
COOPERAR PARA LOGRAR BENEFICIOS MUTUOS
"La cooperación en infraestructura entre China y América Latina tiene una profunda influencia", afirma Wang, y añade que esto se manifiesta en varios aspectos. La promoción del desarrollo económico de los países latinoamericanos es uno de estos, ya que los proyectos de construcción de infraestructura no solo han impulsado directamente el desarrollo de las industrias locales relevantes, creando un gran número de oportunidades de trabajo y aumentando los ingresos de los residentes locales, sino que también han mejorado el entorno de inversión local y atraído más inversión extranjera, según su análisis.
Por su parte, se observa una promoción de la conectividad regional. Al respecto, el académico chino destacó que los proyectos de infraestructura, como carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, han mejorado considerablemente la eficiencia del transporte en la región latinoamericana, han fortalecido los vínculos entre los países que la conforman y han promovido el desarrollo integral del desarrollo regional.
También se ha registrado un incremento de los intercambios amistosos entre China y América Latina. Los proyectos de cooperación en infraestructura han promovido el intercambio y la cooperación entre ambas partes en los terrenos cultural, educativo, y de ciencia y tecnología, y han consolidado y desarrollado aún más las relaciones amistosas sino-latinoamericanas, de acuerdo con Wang.
Finalmente, el experto indicó que las exitosas prácticas de cooperación en la construcción de infraestructuras entre China y América Latina han proporcionado útiles referencias para la cooperación Sur-Sur y han contribuido con el plan chino para la construcción de infraestructuras en todo el mundo.
PROMOCIÓN DE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA Y DIGITAL REGIONAL
Otro aspecto destacado de la cooperación China-América Latina radica en que "la inversión de China en la región se ha vuelto decididamente más ecológica en los últimos años", según afirmó Margaret Myers, directora del programa Asia y América Latina del Diálogo Interamericano, quien es citada por el periódico español El País.
A medida que China ha dado prioridad al desarrollo de baterías, energía solar y vehículos eléctricos, su inversión ha pasado en muchos casos de proyectos de infraestructura a gran escala o relacionados con el sector petrolífero, hacia acuerdos en el desarrollo de energías renovables y la construcción de fábricas de automóviles eléctricos orientadas a captar mercados, explicó Myers, quien señaló, además, que estas áreas prioritarias han sido descritas por el país asiático como "nueva infraestructura", que, de acuerdo con ella, es un término que engloba diversas industrias, entre otras, telecomunicaciones, tecnología financiera y transición energética, las cuales están ampliamente relacionadas con la innovación.
Un ejemplo de este proceso es el Parque Solar Cauchari, ubicado en la provincia de Jujuy, en el norte de Argentina. Ubicada a 4.020 metros de altura sobre el nivel del mar, esta planta fotovoltaica es considerada la más grande de su tipo en Latinoamérica. El proyecto se ha materializado con el financiamiento del Banco de Exportación e Importación de China (China EximBank) y tecnología suministrada por las firmas Shanghai Electric Power Construction (SEPC) y Huawei. Esta última aportó los "inversores", dispositivos que transforman la energía captada por los paneles solares y la ponen a disposición del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), beneficiando a más de 297.000 hogares argentinos.
De igual manera, el académico Wang también ve en la nueva infraestructura un flamante sello distintivo de la cooperación sino-latinoamericana en infraestructuras. En su opinión, China puede fortalecer aún más su cooperación en la red de 5G, centros de datos y ciudades inteligentes, entre otros, para elevar el nivel de digitalización de la región latinoamericana y promover una integración profunda entre la economía digital y la real.
Asimismo, señaló que se espera una ampliación de la cooperación en infraestructura ecológica. Bajo el contexto de la lucha global contra el cambio climático, China y América Latina pueden trabajar conjuntamente para promover la construcción de infraestructura ecológica, incluyendo proyectos de generación de energía renovable y pilas de carga para vehículos de nueva energía, impulsando así la transición energética y el desarrollo sostenible de Latinoamérica, aseguró el académico.
"Hay un amplio espacio de cooperación en la construcción de infraestructura entre China y América Latina", afirmó Wang.
Por último, Wang considera que se debe reforzar la planificación y el acoplamiento de infraestructuras. China y América Latina pueden fortalecer la comunicación y la coordinación, y también pueden formular juntos planes estratégicos y proyectos clave de construcción de infraestructuras de acuerdo con las necesidades de desarrollo y la planificación a largo plazo de la región, promoviendo de ese modo el desarrollo ordenado y sinérgico de la construcción de infraestructura, recomendó el experto. ■