Por Chen Weihua y Xuan Liqi
RÍO DE JANEIRO, 12 sep (Xinhua) -- Altos funcionarios, expertos y académicos de China y de América Latina y el Caribe (ALC) intercambiaron puntos de vista en torno a la protección de los derechos humanos durante la primera Mesa Redonda China-Estados Latinoamericanos y Caribeños sobre Derechos Humanos, celebrada el martes en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
En un mundo a menudo dominado por las narrativas occidentales sobre los derechos humanos, los participantes pidieron algo fundamentalmente diferente: los derechos humanos no pueden regirse por modelos de talla única, dictados por Occidente.
En cambio, el mundo necesita un enfoque más cooperativo y el Sur Global debe alzar su voz y contribuir a la remodelación de la gobernanza global de los derechos humanos.
El mensaje de la Mesa Redonda fue claro: el derecho al desarrollo es un derecho humano básico inalienable, y todos los países deben seguir el camino del desarrollo de los derechos humanos adecuado a sus propias condiciones nacionales.
Como el país en desarrollo más grande del mundo y una de las regiones con el mayor número de países del Sur Global, China y ALC tienen similitudes en historias, ideas, objetivos y sendas en el desarrollo de los derechos humanos. Ambas partes han experimentado el colonialismo, han lidiado con la desigualdad y ahora están trabajando para mejorar el nivel de vida de millones de personas.
Desde la reforma y la apertura a finales de la década de 1970, alrededor de 770 millones de personas de las zonas rurales de China han salido de la pobreza, lo que representa más del 70 por ciento de la población mundial aliviada de la pobreza en el mismo período. En la Mesa Redonda, el éxito de China fue destacado como un ejemplo para otras naciones en desarrollo, incluidas las de América Latina.
Los países de ALC, a su vez, también exploran activamente modelos de desarrollo adaptados a sus propias condiciones, sobre todo centrándose en garantizar los medios de vida de las personas, promover la equidad social y elevar los niveles de vida de los grupos de bajos ingresos.
Esos esfuerzos han conseguido importantes logros en el mantenimiento de la estabilidad, la revitalización de la economía y el mejoramiento de los medios de vida de la población.
Como dijo el presidente del Parlamento Andino, Gustavo Pacheco Villar, tanto China como los países de ALC han realizado grandes contribuciones a la causa de los derechos humanos.
A su parecer, la práctica de China de la protección de los derechos humanos puede proporcionar un nuevo camino para el mundo, incluidos los países de América Latina y el Caribe.
A lo largo de los años, China y los países de ALC han trabajado de la mano para el desarrollo común sobre la base de una cooperación de alta calidad en la Franja y la Ruta, para beneficiar los medios de vida de las personas.
Una serie de proyectos de cooperación entre China y ALC, incluido el polígono industrial Phoenix Park en Trinidad y Tobago, han promovido el desarrollo socioeconómico local, mejorado los niveles de vida a través del desarrollo y consolidado constantemente las bases del progreso de los derechos humanos.
En los últimos años, China y los países latinoamericanos y caribeños también han hablado activamente por los países del Sur Global, abogando por que la gobernanza global de los derechos humanos sea más equitativa, justa, razonable e inclusiva.
Ambas partes se oponen al uso de los derechos humanos como una herramienta del unilateralismo y la hegemonía, al tiempo que apoyan a los órganos de derechos humanos de la ONU a desempeñar sus funciones de manera justa y objetiva.
Esta postura compartida refleja un compromiso más amplio con el multilateralismo y el principio de soberanía nacional, haciendo hincapié en que los derechos humanos no deben ser politizados o utilizados para interferir en los asuntos internos de otros países.
La iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China y que se ha extendido por el Sur Global, no solo fomenta el crecimiento económico, sino que también aborda los derechos humanos fundamentales como el acceso a la infraestructura, la atención de la salud y la educación.
El debate en la Mesa Redonda dejó en claro que tales proyectos forman parte de la construcción de las bases de un modelo de derechos humanos más inclusivo, capaz de elevar a poblaciones enteras mediante la creación de condiciones propicias para el progreso.
La Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global, todas de China, ampliamente respaldadas en la Mesa Redonda, también representan una nueva forma de pensar sobre cómo se entrecruzan los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo.
A través de fomentar la cooperación en proyectos específicos, en lugar de basarse en juicios morales abstractos, China y los países de ALC están promoviendo conjuntamente un modelo de desarrollo de los derechos humanos a partir de las preocupaciones del mundo real como la inclusión social y la sostenibilidad.
La cooperación China-ALC en materia de desarrollo de los derechos humanos es una parte importante de la cooperación Sur-Sur. En un mundo que enfrenta desafíos globales complejos, la visión compartida de China y América Latina y el Caribe proporciona una contribución significativa al discurso más amplio sobre el desarrollo y los derechos humanos.