Por César Mariño García
BOGOTÁ, 12 sep (Xinhua) -- La ciudad colombiana de Bogotá se engalanó la víspera con la inauguración del primer Centro Filarmónico para la Paz, un espacio dedicado a la educación musical para niños y adolescentes vulnerados por el conflicto armado. A través de la música, se busca promover su desarrollo personal y ofrecerles un entorno de transformación e integración, brindándoles nuevas oportunidades y uso positivo del tiempo libre.
El Centro Filarmónico, ubicado en Ciudad Bolívar, en el sur de la capital colombiana, abrió sus puertas a niños y niñas de 6 a 17 años, ofreciendo clases gratuitas de música impartidas por maestros de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
La iniciativa, coordinada por la Filarmónica junto a la Secretaría de Integración Social y la Consejería Distrital de Paz, Víctimas y Reconciliación de Bogotá, busca no solo enseñar música, sino también descubrir y potenciar el talento artístico juvenil, brindando oportunidades a las nuevas generaciones.
El director general de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, David García, expresó a Xinhua que son tres entidades que aseguran un espacio, brindan artistas formadores y maestros dedicados a estos niños, con el importante mensaje de que la reconciliación en el país debe incluir a todos.
"Nosotros queremos que en estos espacios haya hijos de firmantes de la paz, hijos de policías, de soldados, de desplazados", dijo García, para quien el centro "es un lugar donde debemos encontrarnos todos los colombianos, es un laboratorio de paz y de reconciliación de nuestra sociedad".
El Centro Filarmónico para la Paz surgió tras el éxito del Coro de Hijos e Hijas por la Paz, una iniciativa que nació hace dos años de la mano de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y que acoge a hijos de excombatientes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras el acuerdo de paz firmado en 2017 entre la guerrilla y el Gobierno.
"En un comienzo tendremos 62 niños que serán orientados en este centro de Ciudad Bolívar, pero ampliaremos la iniciativa con la creación de otros siete centros filarmónicos en otros lugares de Bogotá para que muchos niños más vivan esta extraordinaria aventura musical", expresó García.
Durante la inauguración del Centro, el coro infantil Hijos e Hijas de la Paz, dirigido por Sandra Patricia Rodríguez, líder del área coral-vocal del programa "Vamos a la Filarmónica" de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, ofreció una representación.
Rodríguez destacó a Xinhua los beneficios que los niños han obtenido al participar en estos procesos de formación musical.
"La música transforma definitivamente la vida de todos los que la hacemos, cambia la vida de los niños, de las familias y de los maestros, uniéndonos en un contexto totalmente diferente", aseguró la maestra, para quien "la música nos pone en condiciones de igualdad, cosa que no sucede en la realidad del país, y nos pone en un plan de saber escuchar, saber entender, saber esperar y entender que definitivamente trabajamos en equipo".
Los niños inscritos en los programas de formación están divididos en las categorías de primera infancia, infancia y pre juvenil y son iniciados en el camino musical por medio de la enseñanza de violín, clases de canto, formación coral, nociones de ritmo y escritura musical.
Por su parte, Paula Mesa, madre de uno de los niños inscritos en el Centro Filarmónico para la Paz, expresó a Xinhua su deseo de dejar atrás el tiempo en el que el conflicto armado marcó su existencia y comenzar un camino en el que su hijo tenga un futuro alejado de la violencia.
"Me encantaría que en un futuro mi hijo fuera parte de la Orquesta Filarmónica de Bogotá para que deje una huella en la historia y también sea parte de ese antídoto contra la guerra", comentó.
Mesa consideró que con este proceso su hijo "va a tener mejores oportunidades para conocer otros países, otras culturas, porque el mundo es diverso, y con esto tendremos la oportunidad de explorar y hacer que la especie humana sea mejor".
