BUENOS AIRES, 25 feb (Xinhua) -- El impacto social que ha comenzado a reflejar la implementación de las medidas de ajuste del Gobierno del presidente argentino, Javier Milei, complicaría la sostenibilidad en el tiempo del programa fiscal con consecuencias alarmantes en términos de conflictividad laboral y aumento de la desigualdad en Argentina, opinó hoy domingo el economista Hernán Bergstein.
Los primeros resultados del estricto plan de ajuste que enarbola Milei arrojaron superávits fiscal y financiero a principios de año, un dato celebrado por el Ejecutivo que se ha fijado el objetivo del "déficit cero" para este año, pero, en paralelo, surgen datos institucionales que reflejan un incremento de la pobreza e indigencia en los últimos dos meses, como consecuencia de la devaluación y la alta inflación.
"A mi punto de vista, el programa no es sostenible en el tiempo. Entendiendo que cuando nos referimos al término sostenible hablamos de un equilibrio general de la economía, el ajuste sería sostenible solo en términos de seguir quitando derechos a la población, pero eso no significa sostenibilidad", sostuvo Bergstein en entrevista con Xinhua.
"La durabilidad de la implementación de las medidas dependerá de la fuerza con que los sindicatos y organizaciones puedan luchar por intentar, ya no mantener su ingreso, sino hacer lo posible para que no siga reduciéndose en términos reales", expresó el consultor independiente especializado en pequeñas y medianas empresas, y además profesor en la Universidad Nacional de Quilmes.
En versión de Bergstein, los primeros resultados fiscales del año, que evidencian superávits gemelos (fiscal y financiero) por primera vez desde 2012, se explican más bien por un "brutal recorte" a los egresos estatales más que por un incremento de la recaudación, todo lo cual también suma a la elevación de los indicadores de pobreza.
"Claramente, lo que se tocó fue el egreso; entonces quienes pagaron el superávit fiscal fueron los trabajadores estatales, los docentes universitarios, los médicos, los policías, gran parte de este resultado se explica por los primeros recortes a estos sectores", remarcó.
De acuerdo con las últimas estimaciones institucionales sobre la pobreza en Argentina, en enero unos 27 millones de personas estarían en esta condición (un 57 por ciento) suponiendo un aumento de cerca de 13 puntos de este indicador respecto del tercer trimestre del 2023.
El dato surge de las proyecciones del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina, un centro de estudios privado que es referente en la medición de los indicadores de pobreza e indigencia en el país y que además estimó que los niveles de indigencia avanzaron al 15 por ciento en enero, desde el 9,6 por ciento registrado en el tercer trimestre del año pasado.
En ese sentido, Bergstein opinó que seguramente se va a agravar el escenario en los próximos meses, con una posibilidad alta de que siga subiendo la pobreza y la indigencia, así como con implicaciones serias en la salud integral y en general en las condiciones de vida de la población.
"Posiblemente veremos una caída en la calidad de la alimentación de la población, en el tratamiento de la salud física y mental, ya se observa una caída en los gastos en ocio, en vacaciones; por lo tanto, esto va a traer aparejado una caída en la distribución del ingreso", consideró el también profesor de Economía en la Universidad Nacional de Lanús.
Para el economista, los recortes se intensificarán en la medida que el Gobierno argentino insista en llevar adelante un plan fiscal que trae consigo una contracción o recesión de la economía.
"Parece que el Gobierno se volcaría más hacia la vía del recorte para lograr sus metas fiscales que hacia la recaudación; el propio presidente Milei ha manifestado que los impuestos son un robo; por lo tanto, pareciera que el superávit primario se quiere lograr no solo a través del aumento de la recaudación, sino por la caída de los gastos", continuó.
Sobre un eventual escenario político y social más complejo que el actual, Bergstein vaticinó un panorama de "mayor conflictividad laboral".
"Creo que conforme se extiendan estas medidas, se proliferarán las manifestaciones, marchas, paros; y posiblemente los sindicatos con menor poder de negociación con el Gobierno, como los docentes y otros, sean los más perjudicados", indicó.
El deterioro de las condiciones salariales y generales en los sectores más afectados por el ajuste fiscal, especialmente aquellos vinculados al ámbito estatal, como hospitales y educación pública, podría desembocar inevitablemente en un entorno favorable para la privatización, concluyó el experto.