RÍO DE JANEIRO, 24 feb (Xinhua) -- Investigadores brasileños descubrieron dos nuevas especies de escarabajos que pueden ayudar a la policía a resolver crímenes, según informes divulgados hoy sábado por el portal de noticias G1.
La investigación, que empezó en 2010, la llevaron a cabo científicos de la Universidad Federal de Paraná (UFPR) y sirvió para identificar dos nuevas especies de escarabajos, la "Aleochara capitinigra" y la "Aleochara leivasorum", que miden entre 2 y 4 milímetros.
Se trata de parásitas de las pupas de moscas necrófagas, es decir, de las que se alimentan de cadáveres. En el ciclo vital de la mosca, la pupa es el estadio intermedio entre la fase larvaria y la adulta.
Cuando la mosca atraviesa esta metamorfosis, la pupa se forma sobre la capa externa de la piel de estas larvas. El escarabajo abre un agujero en esta superficie, luego lo cierra y se alimenta de la pupa.
Según la investigación, los escarabajos del género "Aleochara" son reguladores naturales de las poblaciones de estas moscas carroñeras.
Al localizar un cadáver, las moscas inician la colonización poniendo huevos, de los que salen larvas que se alimentarán del cuerpo. La presencia de las larvas de mosca sirve de atrayente para los escarabajos estudiados por el grupo.
Las dos nuevas especies pueden ayudar a esclarecer cuánto tiempo estuvo expuesto el cadáver, si fue trasladado o incluso el tipo de muerte: si implicó o no el uso de productos tóxicos.
Según la ciencia forense, los insectos que intervienen en el proceso de descomposición de los cadáveres pueden ayudar en situaciones como incriminar a un sospechoso si se encuentran las mismas especies de insectos en el cadáver y en la ropa o los vehículos del sospechoso; en diferentes especies en el cuerpo y en el entorno donde se encontró el cadáver pueden indicar diferentes escenas del crimen y zonas de desove.
Además, si se detectan muchas larvas de insectos en partes del cuerpo que normalmente no se utilizan para la oviposición sugieren la presencia de heridas.
Las dos especies fueron descubiertas en zonas forestales fragmentadas cercanas a núcleos urbanos.
La especie "Aleochara capitinigra", que tiene la cabeza negra, se encontró en Rio Branco, la capital del estado brasileño de Acre (noroeste), mientras que la otra especie, la "Aleochara leivasorum", que se identifica por la parte extrema de su abdomen y las partes utilizadas para la cópula, fue encontrada en tres ciudades del estado de Paraná (sur).
Para la investigadora Bruna Buss, el descubrimiento y la descripción de las especies representan la primera etapa de todo el trabajo involucrado en los estudios forenses.
"Descubrir la especie, describir la especie, saber dónde ocurre, cuál es el método, cuál es el ambiente ecológico en que vive, cuáles son sus comportamientos, termina ayudando a los estudios siguientes. Conocer al individuo, saber identificarlo, es el primer paso para posteriores estudios forenses", subrayó Buss a G1.
