BUENOS AIRES, 6 feb (Xinhua) -- La apertura del mercado chino al trigo procedente de Argentina abre numerosas oportunidades para el sector agrícola del país sudamericano, posibilitando además una mayor diversificación del comercio exterior y una mejora de su balanza comercial, afirmó hoy el economista argentino Adrián Gutiérrez Cabello.
Gutiérrez Cabello, coordinador del Centro de Economía Regional de la Universidad Nacional de San Martín, sostuvo que la decisión de China de habilitar por primera vez a empresas argentinas de trigo para incursionar en su mercado es un gran incentivo para el sector y abre camino a la posibilidad de explorar en el futuro exportaciones de subproductos.
"La apertura del mercado chino es una nueva ventana de oportunidades para la actividad agrícola argentina y particularmente para la producción de trigo; pensando que en el año 2022 después de la cosecha récord con más de 22 millones de toneladas, la exportación del cereal superó los 14 millones de toneladas", expresó.
Al importante desempeño productivo de Argentina se suma la creciente participación de China como importador mundial, lo cual genera expectativas favorables, indicó el economista.
"Por el lado de China, las importaciones son claramente crecientes desde hace aproximadamente 15 años", dijo al mencionar el incremento de las compras de trigo al exterior generadas por el país asiático en los últimos años.
Del lado de los despachos, el economista resaltó las exportaciones de trigo que actualmente Argentina concreta en su mayoría hacia países africanos y de América Latina, siendo China un importante destino comercial que entraría en el terreno.
"Tomando el 2022 como referencia el trigo argentino llegó a 50 países, de estos, 30 son naciones africanas que concentraron más de un tercio del comercio internacional de trigo argentino; las naciones de Latinoamérica y en particular Brasil superan el 30 por ciento; por lo tanto, la incorporación de China permite además diversificar los mercados del exterior, pensando en la creciente producción de trigo de Brasil, principal comprador de Argentina", explicó Gutiérrez Cabello.
Según datos oficiales, Argentina exportó tres millones de toneladas de trigo al mundo, equivalente a unos 1.050 millones de dólares, durante 2023 el año que registró una de las peores sequías de la historia del país.
Para 2024 se espera una cosecha de 15,5 millones de toneladas, por encima del volumen de 14 millones de toneladas despachadas en el 2022.
"Seguramente pensando en la campaña 2024-2025 será un gran incentivo la apertura del mercado chino, si bien la producción sigue condicionada a los factores climáticos. Cabe pensar que los productores tendrán, si el tiempo acompaña, un incentivo extra a la hora de sembrar", manifestó Gutiérrez Cabello.
Asimismo, mencionó la condición competitiva del país en la producción del cereal con precios más bajos respecto de otros países.
La apertura del mercado chino implica además "considerar la posibilidad de avanzar en las exportaciones de harina y productos farináceos, como su de valor agregado", enfatizó el economista, quien no obstante hizo referencia a los desafíos que a nivel productivo le implica al país el contar con más destinos para los despachos de trigo.
Entre los retos y objetivos mencionados por Gutiérrez Cabello se encuentra la creación de mecanismos y condiciones que alienten al productor a incrementar la producción, la posibilidad de reducir o eliminar los derechos de exportación, financiamiento para la compra de maquinarias y avanzar hacia un mercado cambiario único.
"Todas las medidas deben tender a ampliar la producción y mejorar la competitividad y sobre todo diversificar la oferta exportable del país", concluyó el economista.