MOSCÚ, 15 sep (Xinhua) -- La hegemonía militar estadounidense obstaculiza gravemente el progreso y el desarrollo humano, convirtiéndose en un desafío apremiante para el mundo, afirmó el primer vicepresidente del Comité para los Asuntos Internacionales de la Duma Estatal rusa, Dmitry Novikov.
En una entrevista concedida recientemente a Xinhua, el también vicepresidente del Comité Central del Partido Comunista de Rusia dijo que "es difícil negar que la hegemonía militar estadounidense va en contra de los objetivos de promover la paz y el desarrollo humano".
En su opinión, la hegemonía estadounidense, además de impedir el progreso, ha creado catástrofes humanitarias y se ha convertido en una fuente importante de inestabilidad global.
Novikov cree que la hegemonía militar estadounidense es producto del capitalismo y su crecimiento coincide con los agresivos objetivos de expansión del capital del país.
EE. UU., continuó, ha logrado hacerse con el control de los mercados globales y de las principales arterias económicas después de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
"Hoy en día, Estados Unidos está tratando de establecer un control total sobre las fuentes de materias primas y capital para retener los mercados y mantener su ventaja competitiva en la producción de productos con valor agregado", señaló Novikov, añadiendo que Washington intenta lograr esos objetivos a través de la vía militar.
En las últimas décadas, millones de personas en Irak, Libia, Afganistán y Siria han sufrido las consecuencias de la hegemonía militar estadounidense. Antes de eso, lo hicieron los habitantes de la República Popular Democrática de Corea, Vietnam y Granada, dijo el alto funcionario.
El 5 de septiembre, el Instituto Xinhua, el grupo de expertos de la Agencia de Noticias Xinhua, publicó un informe sobre los "raíces, hechos y perjuicios de la hegemonía militar estadounidense".
Novikov considera que el informe ha expuesto significativamente la esencia inhumana del imperialismo y la hegemonía militar de EE. UU.
La hegemonía estadounidense se ha convertido en "el problema más apremiante del mundo moderno", por lo que todas las naciones progresistas y amantes de la libertad deben luchar contra esta peligrosa amenaza, abundó.
"La solución a este problema se convertirá en una condición indispensable para el camino de la humanidad hacia la justicia, así como hacia un desarrollo equitativo y sostenible", aseveró Novikov.
