BEIJING, 2 ago (Xinhua) -- Para el analista internacional venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein, pese a la incertidumbre y los desafíos que enfrenta el desarrollo humano, China continúa sus esfurzos destinados a mantener la estabilidad y compartir beneficios con el mundo.
"China juega un papel fundamental en los escenarios internacionales y tiene diplomacia de paz, autoridad moral indudable y relaciones económicas favorables con la mayoría de todos los países del mundo, lo cual genera condiciones para que pueda desarrollar una diplomacia más activa en función de la solución que requieren los principales conflictos que tiene la humanidad", destacó.
Basado en sus siete viajes a China e investigaciones sobre la historia, política y filosofía del país asiático, Gelfenstein publicó en 2019 un libro titulado "China en el siglo XXI. El despertar de un gigante". Y en 2023, se lanzó una nueva edición añadiendo contenidos relacionados con todo lo acaecido en los últimos cuatro años.
"En estos años han ocurrido algunos hechos importantes, tanto a nivel internacional como en común con la propia China: la pandemia de COVID-19, la crisis de Ucrania y también se realizó el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China", dijo Gelfenstein en una entrevista concedida el lunes a Xinhua.
Desde su punto de vista, China comienza a desempeñar un papel más decisivo con capacidad política mediante una diplomacia de paz derivada de una situación internacional caracterizada por turbulencias diversas y unos organismos internacionales extremadamente debilitados.
"La prueba más reciente es el acuerdo entre Arabia Saudí e Irán, logrado por la diplomacia china que ha generado una serie de dinámicas en Asia Occidental que apuntan a lograr un territorio de paz", señaló el experto.
De manera similar, calificó de "muy positiva la asistencia médica que China proporcionó a otros países", con herramientas necesarias para enfrentar la pandemia como la donación de tapabocas, guantes, oxígeno y vacunas.
"China demostró una voluntad por salvaguardar la salud humana. Y una capacidad de cooperación con el mundo que no era lo que se observa con los laboratorios occidentales. Entonces se pudo marcar una diferencia de comportamiento muy claro", declaró Gelfenstein.
En este sentido, valoró positivamente la iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China en 2013.
Según datos oficiales, esta iniciativa, en sus últimos diez años, ha impulsado inversiones por casi un billón de dólares y más de 3.000 proyectos, además de generar 420.000 empleos, contribuyendo a que 40 millones de personas pudieran abandonar la pobreza. Y contando, también, con la participación de más de tres cuartas partes de los países del mundo y 32 organizaciones internacionales.
"Más allá de lo que se puede medir en términos de beneficio económico, que genera tanto empleo y mejora de infraestructura que ayudó a solucionar problemas de desarrollo en otros países, la iniciativa (de la Franja y la Ruta) está marcando una nueva pauta a nivel mundial respecto al deseo de China de desarrollar relaciones basadas en los intereses comunes de todos los países", indicó el académico.
A diferencia de los países occidentales, continuó Gelfenstein, la cooperación con China se basa en la complementariedad económica de diferentes regiones que beneficia a todas las partes, en lugar de imponer condiciones o demandas e incluso provocar guerras, brindando oportunidades a los países del Sur para compartir logros de desarrollo y elevar el bienestar de sus poblaciones.
"En China hay una aspiración milenaria a la búsqueda de la armonía y el equilibrio. Por eso, el objetivo de la política exterior china es construir un espacio compartido mutuo. China tiene ahora posibilidades de ampliar el espacio utilizando los recursos chinos para lograr la eliminación de conflictos y mejorar las condiciones de vida para las poblaciones del planeta", explicó.
Además, elogió los éxitos de la realización del "sueño chino", destacando que las experiencias de desarrollo han aportado soluciones chinas para abordar conjuntamente los desafíos globales.
"Creo que el logro más importante es la eliminación de la pobreza extrema en 2020. Es tan grande que ha tenido impacto, incluso, en la lucha contra la pobreza a nivel mundial. Y es un modelo que se debe estudiar. También hay otros proyectos que se han ido aplicando en otras partes del mundo como las zonas económicas especiales", añadió el experto venezolano.
Gelfenstein aseveró que China está estableciendo un nuevo patrón de conducta para un gran país en el escenario internacional que proviene de su historia y de su filosofía milenaria.
"Los pueblos del planeta deben estudiar y conocer este experimento grandioso realizado en China, uno de los países más extensos del mundo", reflexionó.