LIMA, 26 may (Xinhua) -- El Gobierno peruano destruyó este viernes 14,4 toneladas de droga que fueron incautadas en diferentes operativos ejecutados a nivel nacional entre febrero y mayo por la Policía Nacional del Perú (PNP), a través de la Dirección Antidrogas (Dirandro).
En ese contexto, la presidenta del país, Dina Boluarte, felicitó a las fuerzas de seguridad y aseguró que este acto "demuestra la unidad del Estado frente a una actividad ilícita, frente a un enemigo que socava los cimientos de nuestra sociedad".
"Y venimos para felicitar a nuestra PNP y la Dirección Antidrogas por su trabajo y esfuerzo en esta lucha que hoy se traduce en la incineración de más de 14 toneladas de droga", expresó la mandataria desde la Base de la Dirección de Operaciones Especiales de la PNP, en Lima.
De las 14,4 toneladas de drogas destruidas hoy, gran parte corresponde a clorhidrato de cocaína, pasta básica de cocaína, cannabis sativa, látex de opio, derivados anfetamínicos, amapola y de drogas sintéticas, precisó a su turno el ministro del Interior, Vicente Romero.
Aseguró que gran parte de la sustancia ilícita sería comercializada en distintos continentes, principalmente en el europeo, por lo que la intervención policial "ha logrado afectar el negocio ilegal de organizaciones criminales".
Además de los decomisos realizados en los diferentes procedimientos policiales a lo largo y ancho del territorio nacional, se ha logrado desarticular un total de 25 organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico y 467 personas han sido detenidas.
El ministro adelantó que se vienen elaborando estrategias contra la resiembra de cultivos ilegales y fortaleciendo la capacidad de los efectivos policiales, con el apoyo de la cooperación internacional, para potenciar sus habilidades frente a la persecución del narcotráfico.
De acuerdo con cifras oficiales, este país andino ha enfrentado el incremento de la superficie de cultivos de coca en los últimos años. Entre 2016 y 2020, estos crecieron de 43.900 a 61.700 hectáreas sembradas, con una resiembra de entre 30 y 60 por ciento.
Las cifras mantienen al país andino como el segundo productor mundial de cocaína, después de Colombia, que tiene una superficie cocalera de unas 143.000 hectáreas, y antes de Bolivia que registra unas 29.400 hectáreas.
