Por Sylvia B. Zárate
BOGOTA, 5 feb (Xinhua) -- A partir de hoy se expone en el Jardín Botánico de Bogotá la réplica de la "Titanoboa cerrejonensis", la boa prehistórica más grande del planeta.
El fósil de esta serpiente se encontró en lo que ahora forma el sector de El Cerrejón, en La Guajira, en el norte de Colombia, donde vivió hace unos 60 millones de años.
El Instituto Alexander Von Humboldt y el Instituto Smithsonian presentan la exhibición, la cual busca dar a conocer entre los colombianos los resultados de la investigación tras este hallazgo del reptil que medía entre 14 y 17 metros de largo y que pesaba más de una tonelada.
De acuerdo con los investigadores y organizadores de la exhibición, lo que se espera es que ésta ayude a los espectadores a comprender mejor el proceso evolutivo de la biodiversidad del país y advertir sobre la rapidez con la que pueden destruirse los exhuberantes bosques de Colombia.
En entrevista con Xinhua, el geólogo colombiano Carlos Jaramillo, quien forma parte del equipo investigador que halló los fósiles que permitieron construir la réplica elaborada en Canadá, explicó que esta especie era muy común y era talvez el predador más grande que existió en su época.
"Hace 60 millones de años, en un pantano del Cerrejón, donde la encontramos, se habrían podido encontrar unos 100 o 200 de estos animales en el agua o metidos en el sedimento, creemos que se alimentaba de unas tortugas gigantescas de agua dulce", destacó el investigador.
Jaramillo añadió que desde el primer hallazgo que data de hace unos 10 años se han encontrado cientos de fósiles de esta especie.
El bosque en donde vivía la Titanoboa debió ser un lugar muy productivo para mantener a animales tan grandes y llama la atención que ahora éste sea un lugar desértico, con graves problemas de abastecimiento, sin embargo las causas precisas de la desaparición de la boa gigante no se han establecido, indicó el investigador.
"El fin de cualquier especie en la tierra es extinguirse, en promedio una especie dura unos tres millones de años en el registro fósil, no porque sea buena o mala, sino que así como la vida de uno, que puede vivir máximo 100 años, así una especie dura en promedio este tiempo", explicó.
Los resultados derivados de esta investigación han permitido entender los pormenores climáticos, geográficos e hidrográficos de la prehistoria del planeta, ante lo cual los investigadores califican a la serpiente como una mensajera del pasado, cuya réplica hecha a escala 1:1 es la mejor lograda hasta ahora.
"Este modelo es anatómicamente mucho mas real que otro hechos con anterioridad, porque ya tenemos el cráneo y ahora sabemos que no era tan ancho como pensábamos, pero en cambio es mucho más largo (...) cuando abría la boca se podía tragar a un humano entero de un sólo bocado, señaló.
Para darle realismo a la exposición, el Jardín Botánico adaptó una réplica del hábitat de esta serpiente que cuenta con senderos señalizados con gráficas del proceso investigativo y todos sus resultados.
Además de la Titanoboa, los investigadores descubrieron tras las excavaciones en el Cerrejón fósiles de tortugas gigantes, cocodrilos y una exuberante vegetación de clima cálido que demuestran que en ese entonces la temperatura media del planeta era superior a la actual.
"Hemos encontrado cientos y cientos de fósiles desde hace unos 10 años, centenares de vertebras de individuos diferentes y ha sido un proceso que nos ha tomado una década de limpiar fósiles, reconstruírlos (...) una boa hoy en día puede tener 600 vertebras, lo más difícil de este estudio fue haber podido reconstruir el animal completo", precisó.
Los estudios han mostrado que la Guajira se volvió desértica en los últimos tres millones de años y que el Caribe colombiano es vulnerable a sufrir un cambio tan drástico en un menor tiempo.
"El Caribe colombiano es extremadamente sensitivo, a cambios ligeros en el clima, especialmente en la zona de convergencia de este cinturón de lluvia que es la que trae la precipitación a todo el trópico, y esa se mueve hacia el norte y hacia el sur a los largo del año", dijo Jaramillo.
"En la guajira y el caribe esta la parte norte de este cinturón, y cualquier variación de este cinturón en su latitud haría que el caribe fuera o mucho más húmedo, o mucho más seco, de toda Colombia, el Caribe es la zona más sensible al cambio climático que está pasando durante los próximos 100, 200, 500 años en el planeta", reiteró el especialista.
Jaramillo destacó la importancia de esta investigación para Colombia, en donde no sólo se encontraron los fósiles, sino que también aportó un grupo de nacionales que contribuyeron al estudio catalogado por especialistas de la paleontología como uno de los 10 más importantes del planeta.
Gran parte de los estudios en el Cerrejón fueron hechos por colombianos, "a través del estudio nos probamos a nosotros mismos, que en Colombia se puede hacer ciencia, y que la única forma que el país va a progresar es cuando decida hacer ciencia en serio", subrayó.
Para la directora general del Instituto Alexander Von Humboldt, Brigitte Baptiste, esta exposición que recibió también el apoyo de la Universidad del Norte, la Universidad de la Florida, la Corporación Geológica Ares, DesQbra Guajira y el Servicio Geológico Colombiano, busca crear conciencia sobre la incidencia de los cambios súbitos en el clima.
Baptiste dijo a Xinhua que es necesario acrecentar la conciencia de los ciudadanos sobre la necesidad de ser partícipes en todas la iniciativas que buscan la recuperación del daño ecológico ocasionado por el hombre al planeta, al asegurar que esta es una tarea que deben atender tanto los ciudadanos del común como sus dirigentes.
"Recuerden que cada minuto cuenta y si no se toman las medidas de adaptación en serio vamos a recibir cada vez más la cuenta de cobro de los eventos y el impacto de los cambios climáticos extremos que ya hemos empezado tímidamente a ver y que en diez años harán de nuestros países sitios tremendamente difíciles para vivir", dijo.
La exposición de la Titanoboa, que ha estado en diferentes ciudades del mundo, estará en Bogotá hasta el próximo 25 de febrero y se complementa con otras actividades en línea como aplicaciones para dispositivos móviles y juegos que pueden bajarse desde la página en Internet del instituto Smithsonian.