Por Tao Lin
“Estoy sorprendido por la curiosidad que tienen los estudiantes chinos por nuestro idioma, por las preguntas que me hicieron, por su calidez y el interés que tienen por la cultura nuestra”, dijo a Xinhuanet el artista de la plástica argentino, Milo Lockett, quien dialogó con estudiantes de español de la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing (BISU, siglas en inglés) el pasado 2 de mayo durante su actual visita a Beijing, capital de China.
“Siempre elijo algo que me haga bien. Me parece que es muy importante ser feliz porque cuando uno se ríe, canta y baila no se enferma”, confesó a los jóvenes chinos.
Milo, nació en la ciudad de Resistencia el primero de diciembre de 1967, en la provincia argentina del Chaco. En poco tiempo creó una identidad pictórica que lo convirtió en un éxito de ventas sin precedentes. El pasado 29 de abril se inauguró en Beijing la exposición “Milo Lockett por primera vez en China”, en el Espacio Cultural Argentino ubicado en el Distrito de Arte 798 de la capital china.
Añadió que lo que más le impresionó al llegar a BISU, fundada en 1964 por el entonces primer ministro Zhou Enlai, “fue la gran recepción y, me siento sorprendido por el interés de los estudiantes en la comunicación, por la forma en que hablan mi idioma”. Milo Lockett dona anualmente un promedio de 40 obras para subastas en beneficio del Hospital Pediátrico de Resistencia, dentro de un proyecto de prevención de VIH-Cruz Roja Argentina. Ha colaborado para UNICEF en el proyecto “Un Minuto por mis Derechos” en el Séptimo Encuentro de Niños y Jóvenes Escultores bajo el tema “Los Monstruos de Berni y Juanito Laguna”. También ha realizado talleres masivos de pintura al aire libre en el Festival de la Triple Frontera, Paraguay, Brasil y Argentina, Chaco, Jujuy, Corrientes, Misiones, Santa Fe y Buenos Aires.
Una de las jóvenes estudiantes de BISU le preguntó por la referencia recurrente de elefantes en su obra, a lo que el artista respondió: “De chico miraba una serie en la televisión y siempre tuve fascinación porque ahí salía un elefante. Luego supe que en el Chaco no había elefantes y el primero que vi vivo fue en la provincia de Córdova. Me parece un animal tierno, salvaje, fuerte, grande, miedoso, le gusta la familia porque andan en manada, y dibujarlo es como tenerlo presente todo el tiempo”.
Milo y los estudiantes chinos hablaron del impacto del arte y las nuevas tecnologías en los tiempos actuales. “Hoy el arte está en un momento muy especial porque la tecnología ha modificado nuestra cultura. Hace 15 años pensar que en un celular iba a aparecer la foto de un amigo cuando me llamaba, era una película de ciencia ficción”. El artista reconoció que es muy difícil en la cultura de hoy ser original porque “el arte está en ebullición todos los días”.
En una breve entrevista con Xinhua, Milo expresó su admiración por los avances del país asiático. “China es un país fascinante, que piensa mucho a futuro, que construye seguridad institucional, y que tiene mucha curiosidad sobre todas las culturas”. Destacó que venir de un país latinoamericano emergente, del sur del mundo, y llegar a China es “muy difícil de procesar en un primer encuentro”. Por eso consideró esta visita como una invitación para próximos viajes dado el interés que ya tiene por conocer la geografía y la cultura del mayor país de Asia. “La universidad me pareció algo increíble, escuchar a los estudiantes hablar mi idioma es algo inusual, que no sucede todo el tiempo en otros países. He visitado Suiza, Alemania, Italia, pero la verdad es que la experiencia aquí desde el recibimiento que tuve fue impresionante con las banderas de Argentina”, afirmó.
Agregó que a punto de concluir su primera visita al dragón asiático tiene la sensación de que los chinos “son personas muy cálidas, muy curiosas, con ganas de innovar todo el tiempo. No es ajeno que así como innovan en la cultura y la economía lo hagan en el estudio”.
La estancia del artista en China se debe a una invitación realizada por el actual embajador argentino en China, Diego Ramiro Guelar, quien le organizó una extensa agenda que incluyó, además de la exhibición de sus obras, encuentros de trabajo con museos y galerías de arte, y una serie de actividades creativas interactivas con el público chino.
