ANTALYA, Turquía, 15 nov (Xinhua) -- Las demandas a las 20 mayores economías industrializadas y emergentes del mundo para que trabajen en una mayor apertura de la economía global se han renovado ante la cumbre de dos días que sus líderes celebran el domingo y el lunes en esta ciudad balneario turca.
La tarea se vuelve incluso más imperativa en un contexto de malestar económico generalizado y ralentización en medio de los esfuerzos para seguir abriendo el sistema económico mundial.
MAS COOPERACION NECESARIA EN G20 PARA IMPULSAR EL CRECIMIENTO
En la última edición de su publicación "Economic Outlooks", la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rebajó sus previsiones para el crecimiento mundial al 2,9 por ciento para este año y el 3,3 por ciento para el próximo.
Además, el organismo subrayó una "drástica ralentización del crecimiento comercial mundial", que se prevé en sólo un 2 por ciento este año, por debajo del 3,4 por ciento registrado en 2014.
Entre tanto, un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC) publicado el 2 de noviembre aseguró que las medidas restrictivas comerciales por parte de las economías del G20 continúan aumentando pese a su "cierta contención" a la hora de introducir nuevas restricciones.
"El sistema de reglas comerciales de la OMC ayudó a evitar una respuesta más proteccionista a la crisis finanicera pero el número de medidas comerciales restrictivas que se han introducido sigue siendo una causa de preocupación", dijo el director general del organismo, Roberto Azevedo. "El G20 debría mostrar su liderazgo eliminando las restricciones existentes".
También los expertos han instado a una cooperación más sólida dentro de las economías del grupo para acelerar el crecimiento económico mundial.
"El mandato clave del G20 habla de un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado, y es necesaria una mayor y mejor cooperación que la que se está señalando ante este encuentro", afirmó Tristram Sainsbury, investigador del Centro de Estudios de G20 del Instituto Lowy.
Añadió que "la perspectiva económica internacional ha empeorado hasta el punto de que la economía mundial se balancea al borde de una recesión global".
Antes de unirse al Instituto Lowy, Sainsbury pasó por el Tesoro australiano, donde trabajó sobre política del G20 y se centró principalmente en la arquitectura de la reforma finanicera internacional, la reforma normativa financiera y estrategias de crecimiento del G20.
Sobre el comentado Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, siglas en inglés), liderado por EEUU, Sainsbury afirmó que Washington podría acabar encontrando que sus intereses comerciales estarían mejor servidos abriendo el acceso al TPP (y al TTIP y a TISA) en términos equitativos a China y otros mercados emergentes clave.
El TTIP es un acuerdo de libre comercio propuesto entre la Unión Europea y EEUU, mientras el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA) está siendo negociado por 23 miembros de la OMC.
Ante el sistema de comercio dominado por las cadenas de valor y las mercancías "hechas en el mundo", dijo Sainsbury, "un acuerdo integral que se parezca más a un acuerdo comercial multilateral aporta más beneficios pues aminora el riesgo de desvío comercial".