Como una figura principal de la quinta generación de directores chinos, junto con Zhang Yimou, Chen es conocido por su elegancia visual e historias épicas. El es el único director chino en haber ganado la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1993 por la película "Adiós a mi concubina".
Pero sus películas subsecuentes, como "The Promises", han decepcionado a las audiencias chinas y han sido ridiculizadas en videos de parodias.