Después de cinco meses de negociaciones, los ministros de Finanzas de la eurozona aún se enfrentan hoy al dilema de cómo resolver dos proyectos de acuerdo en conflicto: uno del gobierno griego y otro de los acreedores. La reunión terminó sin conclusiones en medio de informes de que el Eurogrupo se reunirá el sábado como última oportunidad.
"Estoy convencido de que podemos llegar a un compromiso para que Grecia y la eurozona puedan superar la crisis", dijo Tsipras hoy a los medios en Bruselas, a pesar del revés.
En tanto, los líderes europeos advirtieron que el tiempo se está agotando y que Atenas debe tener para el lunes, un acuerdo sellado y ratificado por el Parlamento de Grecia.
Pero incluso si el mejor de los escenarios se convierte en realidad y Grecia logra un acuerdo para el domingo, Tsipras enfrenta la posibilidad de problemas al interior del país.
Los diputados de la gobernante coalición del partido Syriza de Tsipras y de los Griegos Independientes, de derecha, han advertido que votarán en contra de medidas extremadamente dolorosas. Los ministros del gabinete han hablado de convocar a elecciones anticipadas si el gobierno pierde la mayoría parlamentaria.
Grecia no puede darse el lujo de realizar nuevas elecciones en este periodo crítico, apenas seis meses después de los comicios previos, dijo Samaras en una entrevista con una revista griega.
El principal líder opositor sugirió en cambio la formación inmediata de un gobierno de consenso nacional para continuar la cooperación con los prestamistas y mantener a Grecia en la zona de la moneda europea única.