Kerry señaló que Estados Unidos está plenamente consciente de que los dos países no estarán de acuerdo en todos los asuntos, pero "no aceptamos que una disminución de las diferencias esté más allá de nuestro alcance".
Por su parte, Liu declaró que dada la complejidad de los asuntos globales de la actualidad, el dominio en el que ambos países deben y pueden cooperar es vasto.
Mientras China y Estados Unidos respeten y tomen en consideración los intereses fundamentales del otro, se adhieran a medios constructivos, y eviten malos entendidos y errores de apreciación estratégicos, las diferencias entre las dos partes serán manejables, y sus intereses comunes se mantendrán, afirmó.