Entre 2011 y 2014, el banco ya había cortado 40.000 puestos de trabajo para reducir los costes y concentrar el grupo en las actividades consideradas estratégicas.
El HSBC fue el centro del escándalo de fraude fiscal conocido como "SwissLeaks", una investigación sobre lavado de dinero y evasión de impuestos en Suiza, después de que un extrabajador del banco hiciera pública la lista con miles de clientes de todo el mundo que habrían evadido impuestos en sus países utilizando el banco en Suiza.