"Deben demostrar que están trabajando en favor de una solución y no para humillar a una nación. De lo contrario deben saber que verán resultados opuestos", dijo Tsipras.

El primer ministro aclaró que su mensaje no debe ser percibido como una amenaza, sino como un hecho dado que los ciudadanos griegos le pidieron "no sucumbir a los chantajes".

"A pesar del contratiempo de la noche del miércoles, estoy seguro de que el acuerdo está más cerca que nunca", enfatizó Tsipras, quien afirmó que ambas partes están bajo presión, sobre todo debido a que Atenas no pagó hoy al FMI y pidió aplazar el pago hasta el 30 de junio.

"Es obvio que nadie quiere una ruptura. El tiempo se está agotando y no sólo para nosotros, sino para todos", enfatizó Tsipras antes de enumerar otra vez los requisitos para un "compromiso honesto" de acuerdo con la parte griega.

El primer ministro pidió bajos objetivos primarios de superávit presupuestario, reestructuración de deuda, no más recortes a salarios y pensiones, restablecimiento de la justicia social mediante la redistribución de la riqueza, negociaciones laborales colectivas y un programa de inversión.

El líder griego concluyó su discurso con un llamado a la tranquilidad y el consenso nacional para lograr el mejor resultado posible.