También contempla la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, que operará como instancia de coordinación entre las autoridades de todos los órdenes de gobierno competentes en la prevención, detección y sanción de responsabilidades administrativas y hechos de corrupción, así como en la fiscalización y control de recursos públicos.
"Este es un auténtico cambio de paradigma para combatir con mayor eficacia el cohecho, la extorsión o el tráfico de influencias entre otros actos indebidos, en pocas palabras es una reforma en contra de la impunidad," sostuvo Peña Nieto, quien reconoce que existe desconfianza de la sociedad.