La fiscal dijo que la corrupción ha dañado profundamente a una multitud de víctimas, desde ligas juveniles y países en desarrollo que debieron beneficiarse de los ingresos generados por los derechos comerciales que estas organizaciones ostentan, hasta los aficionados en casa y en todo el mundo cuyo apoyo al juego hace valiosos estos derechos.

"El Departamento de Justicia pretende poner fin a toda práctica corrupta de esta clase, desarraigar la conducta poco ética y presentar a a los responsables ante la justicia y esperamos seguir trabajando con otros países en este esfuerzo", añadió Lynch.

Una acusación formal de 47 cargos fue abierta hoy contra acusados como los vicepresidentes de la FIFA, Jeffrey Webb y Eugenio Figueredo; el ex vicepresidente de la FIFA, Jack Warner; y otros altos funcionarios del fútbol. Estados Unidos solicitó la extradición de siete de ellos.

"Después de décadas de lo que la acusación afirma que es una corrupción descarada, el fútbol soccer internacional organizado necesita un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para sus instituciones rectoras para ofrecer una supervisión y apoyo honestos a un deporte que es amado en todo el mundo y cada vez más en Estados Unidos" dijo la fiscal provisional Kelly T. Currie del Distrito Oriental de Nueva York.