Sin embargo, Jacobson dijo que no existe ninguna necesidad de que ella se reúna con Vidal para otra ronda de negociaciones, pero que los dos países se reunirán a través de las "secciones de intereses" en sus respectivas capitales.

La más reciente ronda de conversaciones en el Departamento de Estado se centró en temas logísticos y de otro tipo relacionados con las embajadas, en particular una mayor libertad de movimiento de los diplomáticos y acceso a la embajada de Estados Unidos por parte de los ciudadanos cubanos.

Hasta el momento, los diplomáticos estadounidenses no tienen autorización para salir de La Habana, la capital de Cuba, sin un permiso y sus homólogos cubanos están limitados a Washington, D.C. y Nueva York.

El líder cubano Raúl Castro expresó recientemente su preocupación por lo que describió como "cosas ilegales" que los diplomáticos estadounidenses hacen en la isla.

Tanto Vidal como Jacobson declinaron discutir los detalles relacionados con las diferencias aún existentes entre sus respectivos países.

Desde la última ronda de conversaciones a mediados de marzo, el presidente de Estados Unidos Barack Obama se reunió con Raúl Castro en Panamá al margen de una cumbre regional y decidió retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, una medida que se cree que contribuirá a una creciente distensión en los lazos bilaterales.

Por otra parte, los diplomáticos cubanos encontraron un banco estadounidense dispuesto a abrirles cuentas, con lo que se elimina otro obstáculo para la reapertura de embajadas, las cuales cerraron desde 1961.

La Habana ha indicado que esperará hasta el 29 de mayo para hacer algún anuncio sobre la reapertura de embajadas. El periodo de revisión de 45 días del Congreso estadounidense sobre la decisión de Obama en relación con la lista negra habrá expirado para entonces.

La reapertura de embajadas es el primer paso importante en el restablecimiento de relaciones plenas entre Washington y La Habana tras su amargo distanciamiento de medio siglo.