BOGOTA, 15 abr (Xinhua) -- Desde la ciudad de Cali, el presidente colombiano Juan Manuel Santos ordenó este miércoles a las Fuerzas Armadas reanudar los bombardeos contra las FARC luego del ataque de esta guerrilla a una tropa del Ejército en el municipio de Buenos Aires, departamento del Cauca, que dejó 11 soldados muertos y 19 heridos, dos de ellos de gravedad.

Para el primer mandatario, con este acto las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) rompieron su promesa de cese al fuego unilateral que habían anunciado el pasado diciembre, por el cual el Gobierno había ordenado la suspensión de bombardeos como una forma de desescalar el conflicto y avanzar en el proceso de paz que se realiza en La Habana desde hace más de dos años.

"Esto indica un claro rompimiento de la promesa de un cese al fuego unilateral", dijo el presidente, quien envió un mensaje de condolencias para la familia de los uniformados y aseguró que las autoridades tienen la orden de realizar las investigaciones necesarias para dar con los responsables que, según el fiscal general Eduardo Montealegre, cometieron un "crimen de guerra" en persona protegida.

De otro lado, Santos advirtió a las FARC que no se dejará presionar con este tipo de hechos violentos para ceder ante un cese bilateral al fuego, que es lo que están pidiendo los jefes del grupo rebelde en la mesa de conversaciones instaladas en Cuba.

"Que les quede muy claro que no me voy a dejar presionar, no me voy a dejar presionar por hechos infames como éste, para tomar una decisión sobre el cese al fuego bilateral (...) La decisión de un cese al fuego bilateral no puede darse, ni se dará, sino como consecuencia de un acuerdo serio, definitivo y verificable de terminación del conflicto", aseveró.

El atentado atribuido por el Ejército Nacional a la cuarta comisión de la 'Columna Móvil Miller Perdomo'de las FARC, se dio hacia las 23:30 horas en el Coliseo de la vereda La Esperanza, donde las tropas que se encontraban realizando control territorial fueron atacadas con explosivos, granadas y armas de fuego.

Desde La Habana, el jefe guerrillero alias "Pastor Alape", delegado de la paz de las FARC en la mesa de diálogo, atribuyó el ataque a una acción defensiva de la guerrilla que, dijo, está siendo atacada por el Gobierno a pesar de estar en tregua.

"Sea emboscada o contraemboscada (poco importa), lo que tenemos que ver es que hay unos colombianos muertos (...) Señor presidente Santos, la tregua bilateral es urgente", advirtió, recordando la reciente muerte del cabecilla del frente 57 del grupo armado, Gilberto Becerra.

Con el rompimiento del compromiso de la guerrilla de un cese al fuego unilateral y de la orden del presidente de prolongar la suspensión de bombardeos a campamentos del grupo rebelde, se marca un retroceso significativo en el proceso de paz que se espera concluya con un acuerdo definitivo antes de terminar 2015.