SpaceX primero intentó que el cohete aterrizara en el buque teledirigido de puerto espacial autónomo de la compañía, ahora llamado "sólo lee las instrucciones", pero el intento terminó con un impacto en el buque porque la aleta de dirección del cohete se quedó sin fluido hidráulico.
La compañía buscó intentarlos de nuevo en febrero, durante el lanzamiento del satélite llamado Observatorio Climatológico del Espacio Profundo, pero las altas olas suspendieron el intento.
En una conferencia de prensa realizada el domingo antes del lanzamiento, el vicepresidente de SpaceX, Hans Koenigsmann, fijó las posibilidades de éxito en esta ocasión en 75 u 80 por ciento, pero su jefe, Musk, dijo el lunes que las probabilidades todavía eran de menos de 50 por ciento.