"¡Qué enormes los cambios que me han ocurrido!", recordó Tubdain, un funcionario jubilado quien era un mendigo en las calles de Lhasa. Fue enviado a la escuela en la década de los años 70 del siglo pasado y trabajó en el departamento regional de educación.
El producto interno bruto del Tíbet alcanzó los 92.000 millones de yuanes (15.000 millones de dólares) el año pasado, frente a 174 millones de yuanes (24 millones de dólares) en 1959. El ingreso disponible per cápita de los residentes rurales en la región se situó en 7.359 yuanes en 2014, con un crecimiento de doble dígito durante 12 años consecutivos.
"Nuestra vida está mejorando año tras año", apuntó Cering Norbu, que se mudó a una nueva casa de estilo tibetano el año pasado.
En un parque detrás del Palacio Potala, lugareños y turistas rodearon un escenario temporal para ver espectáculos de danza, canto y teatro que describen la vida tibetana desde la emancipación.