IPP de China cae 4,8% en febrero
BEIJING, 10 mar (Xinhua) -- La inflación al consumidor de China subió levemente en febrero, pero los analistas opinan que es poco probable que la situación se mantenga, y destacan el inmimente riesgo deflacionario, que impondrá presión a los elaboradores de la política para continuar relajando las políticas.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de China, un importante indicador de la inflación, creció un 1,4 por ciento interanual en febrero, informó hoy martes el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
El crecimiento superó la subida del 0,8 por ciento de enero, el nivel más bajo en los últimos cinco años.
Yu Qiumei, estadística del BNE, atribuyó la recuperación al aumento de los precios de los alimentos y viajes durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar chino. Los cambios provocados por la presencia de la Fiesta de Primavera, que este año cayó el 19 de febrero mientras que la anterior se celebró el 31 de enero, también desempeñó un rol parcial, explicó el BNE.
Los precios de los alimentos, que suponen cerca de un tercio del cálculo del IPC de China, se incrementaron en un 2,4 por ciento interanual en febrero.
"El repunte interanual del IPC refleja principalmente distorsiones, pero los datos ajustados en función de la temporada continúan sugiriendo una presión a la baja en los precios", indica un informe de investigación de la Corporación de Capital Internacional de China (CICC, por siglas en inglés).
"Continuamos esperando que la inflación siga relativamente baja y seguimos viendo presión desinflacionaria en la economía", según Nomura Securities.
Durante una entrevista del martes en el marco de la sesión anual del máximo órgano asesor político de China, el vicegobernador del banco central, Yi Gang, dijo que el IPC de China se mantendrá positivo en el futuro próximo.
"Las autoridades están observando atentamente el índice, y Japón y Europa se enfrentan con riesgos de deflación más altos", añadió.
Desde 2014, las principales economías han acelerado las medidas de estímulo monetario con el objetivo de hacer frente a la deflación y promover el crecimiento económico en desaceleración.
El índice de precios al productor (IPP), que mide la inflación de las ventas mayoristas, cayó un 4,8 por ciento interanual en febrero, marcando el 36º mes consecutivo a la baja, lo que muestra la persistente debilidad de la demanda del mercado.
De acuerdo con algunos analistas, sin mejoras significativas de los problemas de inversión inmobiliaria y exceso de capacidad, es difícil que el IPP toque fondo.
Arrastrada por la ralentización del sector inmobiliario, débil demanda interna e inestables exportaciones, la economía de China creció un 7,4 por ciento en 2014, cifra que representa la expansión anual más débil en los últimos 24 años. Una serie de indicadores económicos para el año nuevo, incluyendo los datos de manufactura y comercio, supusieron una continuada debilidad.
A fin de detener la ralentización económica, el banco central de China anunció el 28 de febrero que bajaría los tipos de interés de referencia para depósitos y préstamos en 25 puntos básicos, la segunda bajada en tres meses.
Anteriormente, había recortado el coeficiente de reserva obligatoria para inyectar más moneda en la economía.
Pero la opinión más extendida entre los analistas es que se necesitan más acciones de relajamiento similares.
"El riesgo de deflación ha puesto más presión en el banco central para recortar aún más los tipos de interés y el coeficiente de reserva obligatoria", según el informe de la CICC.
Nomura pronostica un recorte de los tipos de interés en el segundo trimestre y tres recortes del coeficiente de caja en el curso del año.
El informe anual de la labor del gobierno, presentado por el premier Li Keqiang en la reunión de apertura de la sesión anual de la legislatura nacional, fijó la meta de crecimiento económico para este año en alrededor del 7 por ciento y el objetivo de control de la inflación en cerca del 3 por ciento.