ESTRASBURGO, 8 jul (Xinhua) -- El Parlamento Europeo (PE) fue sede hoy un debate sin precedentes en Estrasburgo.
En un debate sobre la situación en Grecia en presencia del primer ministro griego Alexis Tsipras e importantes representantes de instituciones europeas, el presidente del PE, Martin Schulz, describió la discusión como "de peso", la cual osciló entre la conciliación, las divisiones políticas y los choques ideológicos vehementes.
Tsipras entró a la sala de debate en medio de una mezcla de fuertes aplausos y algunos abucheos. Rara vez ha sido un debate en el PE seguido con tanto interés debido, por supuesto, a la gravedad de la situación griega y a las estancadas negociaciones tras el ultimátum del martes emitido por las instituciones europeas.
Pero incluso si una clara mayoría de parlamentarios piden mantener a Grecia en la UE, las respuestas y mecanismos concretos para poner fin a la crisis se encuentran lejos de ser unánimes. Más allá de las diferencias, que en parte superaron las filiaciones políticas, y a pesar de acalorados debates, el PE logró al menos mejorar lo que se había convertido en una atmósfera venenosa alrededor de la aparentemente interminable crisis de deuda de Grecia.
"En este crisis nos tenemos que respetar", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien recibió un sonoro aplauso.
"Tenemos que pagar nuestras deudas con otros y simplemente es imposible seguir gastando más de lo que se gana. El martes tuvimos un intercambio franco y honesto. Ahora tenemos que encontrar una solución sin perdedores y sin ganadores, de lo contrario todos serán perdedores. La insolvencia de Grecia tendría consecuencias para toda Europa. Quienes duden de esto son ingenuos", dijo Tusk.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que coincide con "todos los que dicen que debemos volver a la mesa de negociaciones".
"La respuesta a la crisis griega no es no hacer nada, sino profundizar la unión económica y monetaria", insistió.
"Europa debe ser democrática, de lo contrario será muy difícil sobrevivir a las épocas difíciles por las que estamos pasando", advirtió Tsipras.
"Grecia se convirtió en un campo de prueba para la austeridad, pero ahora tenemos que ver de frente la realidad: fracasó. En ningún otro sitio se ha implementado la política de austeridad de manera tan dura y durante tanto tiempo", dijo.
"El actual gobierno griego llegó al poder hace cinco meses y medio. Los rescates comenzaron hace cinco años. Los problemas que enfrentamos no vienen sólo de estos últimos cinco meses", dijo Tsipras, quien cuestionó a quienes lo acusan de dilaciones.
Pero el líder del grupo liberal belga Guy Verhofstadt criticó duramente a Tsipras y dijo: "Estoy enojado porque usted habla de reformas, pero aún no hemos visto el color de estas reformas. Nos encaminamos a la salida de Grecia de la eurozona y son los ciudadanos griegos quienes tendrán que pagar la cuenta, no nosotros".
"En las próximas 48 horas, usted tendrá que presentar un paquete creíble de reformas, un mapa de ruta y un calendario", dijo Verhofstadt.
Manfred Weber, presidente del grupo de centro derecha EPP, fue igual de duro y dijo: "Espero que atienda a razones. En el frente político seguimos combatiéndolo. Usted no está presentando ninguna propuesta concreta".
"¿Cómo puede decirle a Bulgaria, en términos de solidaridad, que Grecia no puede respaldar nuevos recortes cuando en al menos otros cinco países europeos, el nivel de vida es más bajo que en Grecia?" preguntó Weber.
"Usted no ha dicho la verdad y sin embargo, extremistas de izquierda y de derecha le aplauden. Me parece que usted se está rodeando de los amigos equivocados", dijo.
Su compatriota, Gabriele Zimmer, jefa del grupo GUE-NGL de extrema izquierda, respondió que los parlamentarios "deben dejar se mostrarse arrogantes y de desempeñar el papel de directores de escuela".
"Tenemos que asumir nuestras responsabilidades históricas. No estamos en un café, sino en el Parlamento Europeo. ¿Acaso tengo que recordarles que Alemania no tuvo que pagar su deuda durante décadas? En la conferencia de Londres sobre la deuda en 1953, una gran parte de su deuda fue cancelada. La manera de avanzar es acercarnos a la mesa para encontrar soluciones que resulten sostenibles y duraderas. Tenemos que respetar al pueblo de Grecia y la decisión tomada el domingo", dijo.
Marine Le Pen, parlamentaria francesa de extrema derecha, dio "la bienvenida al resultado del referendo griego porque marca el regreso a la política en el mejor de los sentidos".
La UE se encuentra en estado de muerte clínica, afirmó.
"El euro y la austeridad con hermanos gemelos. Considero que esta es la primera ocasión en la historia en que un banco central ha creado desde cero una deuda artificial. Grecia debe salirse de este control del euro que está estrangulando a los países del sur", dijo.
En una línea similar, el parlamentario británico Nigel Farage, líder del Partido Independencia de Reino Unido, recomendó a Grecia "tener el valor de dejar el euro".
"La UE, profundamente dividida entre el Norte y el Sur, está muriendo", dijo. "La gente se da cuenta de que nunca ha sido consultada de manera apropiada".
Por otra parte, Gianni Pittella, líder de los socialistas y demócratas, dijo que en su opinión hay esperanza.
"Considero que las condiciones son adecuadas para lograr un acuerdo esta semana. Somos socialistas. Nunca aceptaremos una salida de Grecia de la eurozona. Para nosotros Europa no existe sin Grecia. Sin ella en la zona del euro, Europa no será la misma", dijo, y agregó que "también sería justo discutir la reprogramación de la deuda".
Tsipras respondió que "lo que solíamos llamar la crisis griega es de hecho una crisis europea. Nuestra incapacidad para encontrar una solución a la deuda. Queremos llegar a un compromiso honorable. Estamos conscientes de los problemas y estamos listos para asumir nuestras responsabilidades".