Por Eloyza Guardia

LAS VEGAS, EEUU, 1 feb (Xinhua) -- El mundo de las MMA (Artes Marciales Mixtas) vivió una madrugada histórica este domingo, con la victoria del brasileño Anderson Silva sobre el estadounidense Nick Díaz por decisión unánime de los árbitros, en la pelea principal del UFC 183, realizado en el octágono de MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.

El brasileño de 39 años probó porqué está considerado el más grande de todos los tiempos en las artes marciales mixtas, al regresar a las competiciones UFC con una victoria por puntos 49-46, 50-45 y 50-45, trece meses después de fracturarse la tibia y el peroné izquierdos por una patada ante Chris Weidman en esta misma Garden Arena.

"Yo no sé lo que decir. Gracias a Dios por haberme concedido una chace más", declaró Silva tras confirmarse su triunfo número 17 en UFC y mantener el puesto de recordista de los torneos.

"Gracias a mi familia y a los brasileños que vinieron a Las Vegas para respaldarme... Este es un momento muy importante para mí, por todo que he sufrido en el último año. En el inicio (luego de la grave lesión en la pierna izquierda), llegué a creer que jamás volvería a pelear", agregó el 'Spider' (Araña).

El hasta hoy recordista en la historia del UFC por el número de triunfos consecutivos (16) sufrió la fractura en el combate en que buscaba recuperar el título de los pesos medianos, perdido ante el mismo Weidman en julio de 2013.

Debido a la gravedad de la lesión y a su edad, pocos creían que Silva volvería al octágono aún en condiciones de pelear en alto nivel. El brasileño, sin embargo, lo logró.

Cabe mencionar que su adversario, aunque ocho años más joven, también estaba de vuelta al UFC tras dos años de alejamiento, durante los cuales llegó a anunciar su retiro. Fue contratado nuevamente en julio pasado por el dueño del UFC, Dana White.

Asimismo se trata de la primera pelea de Díaz desde abril de 2010, cuando venció a Demian Maia, decidida del lado de fuera del octágono.

En este regreso, Silva mantuvo un comportamiento distinto del que solía presentar en sus últimos duelos. Además de no provocar a su adversario como era su costumbre, se mantuvo concentrado, desde el primer round, mientras Díaz debutó con una actitud demasiado provocadora, tirándose al piso, quedándose parado y dando la espalda.

Pese a que no consiguió terminar el combate más temprano, con un grande golpe, Silva fue superior durante todo el combate y su actitud al finalizar el quinto round era la de quien sabía que había sido el mejor.

La confirmación, sin embargo, le hizo estallar en lloro en el suelo. Más tarde, en la rueda de prensa dejó en el aire si va o no seguir peleando.

"Ahora quiero volver con mi familia, estar con mis hijos y quizás volveré, no lo sé", acotó Silva, al revelar que uno de sus cinco hijos, Kalyl, de 17 años, le había pedido para dejar las disputas.

La 'Araña' tendrá tiempo para pensar sobre el futuro. Se informó que White le había prometido que en caso de un triunfo hoy, podría volver a disputar el cinturón de los medianos con el ganador de la pelea entre el campeón Weidman y el brasileño Vitor Belfort, que ocurriría en el UFC 184.

Pero el combate ha sido descartado por tercera ocasión debido a una lesión en la costilla de Weidman que le impedirá estar listo a tiempo para cumplir el programa del UFC 184, que se celebrará el 28 de febrero.

El UFC 183, además de coronar la vuelta de Silva, ofreció una atracción extra para los fanáticos brasileños de la MMA, ya que los demás peleadores del país suramericano que participaron del card, vencieron sus respectivos combates.