Por Noelia Aráuz
SAN JUAN DE LIMAY, Nicaragua, 30 dic (Xinhua) -- Las piedras de marmolina en San Juan de Limay, municipio del departamento de Estelí, en el norte de Nicaragua, cobran vida con forma de mujeres de grandes rostros, piernas y brazos, gracias a su transformación en las esculturas "Las Gordas", elaboradas por artistas locales para constituir un corredor turístico en la zona.
En la entrada de la pequeña ciudad se inauguró recientemente la primera etapa del parque "Las Gordas", con una escultura colosal de cinco metros de altura que da la bienvenida a los visitantes.
La colosal figura fue elaborada por los artistas del municipio, los cuales, con machete, cincel y lija, dieron vida a uno de los símbolos iconográficos de la zona.
"Nos representa a las mujeres por su identidad, por su belleza, por ser activas, porque usted sabe que la mujer en todo somos activas", indicó Berta del Rosario Castellón, alcaldesa del municipio.
En la carretera que conduce a la localidad, entre cerros y paisajes naturales, hay más de 10 esculturas similares, con elementos representativos de la producción agrícola de las comunidades, tabaco, café, agua, miel de abeja, entre otros.
La llegada de visitantes se ha incrementado también por los proyectos de carreteras que han mejorado la conectividad de San Juan de Limay con todos los departamentos cercanos.
"Ha sido de buen provecho porque muchos turistas nos visitan en el municipio, familias vienen a tomarse fotografías con sus niños, (...) nosotros vemos que es un realce para nuestro municipio, para la población", dijo la alcaldesa.
Juan Carlos Sánchez y su hermano José trabajan juntos en su propio taller, ambos con 30 años de experiencia. Los dos laboran en el patio de la casa, donde solo se escucha el golpear del machete, que casca la piedra, saca trozos del material y llena de polvo blanco las manos de los artistas, quienes con esmero dan forma a los brazos y cabeza de una gorda.
"Se talla a mano, se le da vida a una piedra, se le hace un valor agregado. Lo bonito es cuando vienen los clientes y dicen que vienen por las gorditas, tanto nacionales como extranjeros", dijo Juan Carlos.
La materia prima es traída desde municipios aledaños, pues los artistas viajan hasta los sitios de extracción de las piedras y seleccionan las que consideran que servirán para tallar las esculturas, las más redondas para figuras sentadas y las alargadas para mujeres acostadas.
"Representa hermosura, abundancia, belleza y también eleva la autoestima de la mujer, no es que se diga que aquí solo hay mujeres gordas, nada de eso, sino que es algo que nosotros queríamos en primer lugar que nos representara como pueblo, como un ícono para nuestro pueblo", señaló el artista.
José, el hermano mayor, por su parte, tallaba un pez abstracto, pues los artistas, con escofinas, cinceles y taladros, elaboran todo tipo de esculturas, utilitarias y adornos para oficinas y viviendas.
Los turistas pueden visitar los pequeños talleres, apreciar el trabajo de los artistas, la sencillez, la calidad humana y esfuerzo empleado con cada pieza.
"Les gusta bastante este arte por lo que es manual. Es totalmente hecho a mano y nosotros estamos hechos a ver cosas que no sabemos ni como se hacen (...) Aquí viene el cliente, nos ponemos a trabajar y ya ellos miran cómo es, porque esto no es como el barro, porque al barro se le puede quitar, se le puede poner, pero a esto no", subrayó José.
La alcaldía también promueve clases gratuitas de tallado de la piedra marmolina con los artistas locales para los jóvenes y así la juventud tiene la oportunidad de aprender el oficio, expresar su creatividad y conservar la cultura e identidad del municipio.
"Nos sentimos orgullosos porque también nos representan y es el trabajo, el vivir de muchas personas de aquí del municipio", señaló Mario Silva, poblador de la ciudad.
La laboriosidad de los artesanos convierte a las simples piedras en piezas que realzan la belleza femenina y la madre tierra, en un municipio donde hay más de 20 esculturas de las gordas.
