
BUENOS AIRES, 29 dic (Xinhua) -- La población argentina finaliza un 2025 con un escenario cotidiano marcado por el aumento de los gastos fijos frente a ingresos que no crecieron en la misma medida, lo que configura un panorama complejo y de incertidumbre para gran parte de los hogares en el país.
Gastos como alquileres, agua, electricidad, gas y transporte componen la canasta de servicios que más incrementos anotaron durante el año y que, por su carácter fijo, resultan difíciles de financiar, lo que ha llevado a gran parte de la población a buscar ingresos adicionales o incluso a modificar sus hábitos de consumo para poder sostener el día a día.
Tal es el caso de Pamela Risco, una trabajadora independiente residente en el barrio porteño de La Boca y madre de dos hijos, quien ha recurrido a nuevas fuentes de ingreso para poder sostener a su familia, incluyendo los estudios universitarios de su hija mayor.
Pamela abrió las puertas de su vivienda a Xinhua para relatar la realidad que enfrentan muchos inquilinos ante los aumentos significativos de los alquileres, que con la nueva normativa son trimestrales y ajustados por inflación, a lo que se suman costos asociados a la vivienda que aumentan por encima del índice general de precios.
"Tuve que buscar un trabajo de más horas, aceptar también otro tipo de trabajos porque yo prefiero que me paguen el día, porque eso a mí me ayuda a movilizarme con los transportes; tuve que incluir fines de semana también para trabajar; a veces los tenía libres, pero hoy sumado al (aumento del) alquiler tuve que aceptar hasta fines de semana y feriados", indicó.
"Estamos en 2025 y el contrato de este alquiler es hasta febrero y yo probablemente en febrero ya lo deje porque son 500.000 pesos (unos 343 dólares) que se me van y a mí me sirven porque es un sueldo (...) Ya no puedo", expresó.
Ramón, un vendedor de flores en el centro de la capital argentina, describió la situación económica como "desafiante", en un contexto donde los ingresos pierden capacidad de compra ante el aumento de los costos.
"Todo aumentó porque el dólar aumentó, obvio. Al aumentar el dólar, aumenta todo. Por más que digan que no hay inflación, que bajaron el riesgo país, la economía está desafiante para todos. No te puedes quedar con un solo trabajo porque con un solo trabajo no llegas", aseguró.
"Tienes que tener dos o tres entradas y ahí más o menos te mantienes. Aumentaron los alquileres de los hoteles, de los departamentos, la comida, la carne, los impuestos, la luz, el gas, hasta el agua te viene con aumento", indicó.
En ese contexto, Ramón explicó que las flores constituyen un consumo "de tercera necesidad", ya que la población prioriza los pagos vinculados a la vivienda y los servicios básicos sobre otros gastos.
Actualmente, el país sudamericano vive una política de fuerte ajuste fiscal, que eliminó subsidios a los servicios energéticos y al transporte, encareció los alquileres y sostuvo un tipo de cambio que eleva el costo de vida medido en dólares.
Otro testimonio es el de Libertad Gala, cantante y actriz, quien aseguró que la dinámica actual de la economía obliga a buscar mes a mes ingresos adicionales para poder afrontar los gastos corrientes.
"Aumenta todo: el alquiler, los medios de transporte, los gastos de luz, agua, gas. La verdad que repercute un montón porque todos los meses estamos viendo de dónde se puede conseguir ese 'más' porque el sueldo no aumenta todos los meses como aumenta la comida o todo", señaló.
A su turno, Gabriela Trejo, vendedora de la feria de Parque Lezama, en el histórico y cultural barrio de San Telmo, sostuvo que la presión de los gastos fijos impacta de lleno en su economía personal y la obliga a multiplicar sus actividades laborales.
"Estoy en 600.000 pesos (unos 412 dólares) de salario y 212.000 (unos 145 dólares) he pagado de expensas (condominio), fuera de la luz, agua, gas, para lo cual debería estar ganando por lo menos 2 millones y medio de pesos (unos 1.717 dólares) para estar un poco más tranquila", indicó.
"Sin embargo, tengo que hacer otro trabajo, otra actividad más, sábado y domingo, o sea, no descansar nada para poder alcanzar el fin de mes, así arrastrando", añadió.
En este escenario, la cotidianidad de los hogares argentinos aparece atravesada por la necesidad de reacomodar prioridades en un contexto en el que la mejora de algunos indicadores macroeconómicos aún no se traduce en un alivio palpable para la mayoría de la población.
