RÍO DE JANEIRO, 30 sep (Xinhua) -- El creciente apetito de China por la soya y la carne bovina, principales productos de exportación de Brasil al país asiático, acelera la valorización de propiedades rurales brasileñas y atrae inversiones hacia las zonas agrícolas estratégicas como el centro-oeste y la región conocida como Matopiba, conformada por los estados de Maranhão, Tocantis, Piauí y Bahía (noreste) y considerada la nueva frontera agrícola nacional.
Según datos de la plataforma Chãozão, mayor portal de compra y venta de propiedades rurales en Brasil, en la actualidad existen 2,38 millones de hectáreas disponibles para cultivo de soya, distribuidas en 2.105 propiedades, además de 3.556 inmuebles destinados a la ganadería. El valor total de las propiedades ofertadas en la plataforma supera los 450.000 millones de reales (unos 84.608 millones de dólares).
La creciente participación china en el mercado de alimentos convierte al suelo brasileño en un activo estratégico. En el segmento de la soya, los precios por hectárea anunciados en el Chãozão varían entre 2.500 reales (unos 470.048 dólares) y 469.398 reales (unos 88.255 dólares), mientras que en la ganadería oscilan de 1.000 reales (unos 188 dólares) hasta 413.223 reales (unos 77.695 dólares), dependiendo de factores como localización, infraestructura, calidad del suelo y disponibilidad de áreas.
"La presión china por alimentos no solo mueve las exportaciones, sino que también reconfigura el mercado inmobiliario rural brasileño. El interés por áreas productivas de soya y ganadería genera valorización y convierte esos inmuebles en un activo cada vez más competitivo", explicó Geórgia Oliveira, directora ejecutiva de Chãozão.
China es el principal socio comercial de Brasil y absorbió en 2024 casi un tercio de las exportaciones totales del país sudamericano, con compras de soya y carne bovina por unos 50.000 millones de dólares. Según especialistas, esa dependencia hace que variaciones en la demanda china repercutan directamente en la fijación de precios de tierras rurales en Brasil.
De acuerdo con un estudio de la multinacional Cargill, el 80 por ciento del crecimiento del consumo de alimentos en el mundo en los próximos 20 años será atendido por ingredientes producidos en Brasil, lo cual significa que ocho de cada 10 platos adicionales consumidos globalmente tendrán origen brasileño.
"La convergencia entre el aumento de la demanda global por alimentos y el interés internacional por tierras productivas refuerza el papel del país como activo estratégico. El escenario indica que Brasil no solo alimentará gran parte del mundo, sino que será protagonista en decisiones geopolíticas sobre seguridad alimentaria", añadió Oliveira.
Las regiones más buscadas para inversiones rurales son el centro-oeste, donde ya existe infraestructura consolidada, y la región de Matopiba, aún en fase inicial de valorización pero con alto potencial de crecimiento.
Además de los alimentos, Brasil también atrae interés internacional por sus recursos minerales. El país posee la segunda mayor reserva mundial de tierras raras, un grupo de 17 elementos químicos clave para la industria de alta tecnología y la transición energética, pero todavía poco explotada.
De acuerdo con el Índice Chãozão Valor del Hectárea (ICVH), el precio promedio actual de una hectárea de propiedades con aptitud minera es de 11.885 reales (unos 2.234 dólares).
Brasil tiene "una gran cantidad de tierras con potencial minero que aún no se explotan, lo que abre nuevas posibilidades. El creciente interés y la llegada de inversiones muestran un escenario prometedor para los próximos años", afirmó Oliveira.