Por Zhai Shurui, Li Xin y José Gabriel Martínez
Imagen del 6 de septiembre de 2025 del clavadista mexicano, Osmar Olvera, posando durante una entrevista con la Agencia de Noticias Xinhua, en la Ciudad de México, capital de México. La sonrisa de Osmar Olvera aún refleja la emoción de lo vivido hace pocos días en el Campeonato Mundial de Clavados de Singapur 2025, donde consiguió colgarse la medalla de oro en el trampolín de tres metros. (Xinhua/Daniel Augusto)
MÉXICO, 8 sep (Xinhua) -- La sonrisa de Osmar Olvera aún refleja la emoción de lo vivido hace pocos días en el Campeonato Mundial de Clavados de Singapur 2025, donde consiguió colgarse la medalla de oro en el trampolín de tres metros.
Con apenas 21 años, el clavadista originario de la Ciudad de México ha conquistado la élite de su disciplina y se proyecta como una de las máximas figuras del deporte internacional.
"Sigo muy contento, cada vez que recuerdo la competencia me sigo emocionando", dijo Olvera en entrevista con Xinhua.
El atleta conquistó cuatro preseas en Singapur: plata en 3 y 10 metros en equipo mixto; plata en trampolín de 1 metro; plata en trampolín de 3 metros sincronizados, y la medalla de oro en trampolín de 3 metros individual.
Sin embargo, su exigencia personal deja poco espacio para los festejos, pues el propio Olvera reflexionó que "creo que pude hacerlo mejor, eso es lo que me emociona más, que lo puedo hacer mejor", afirmó.
Su camino ha estado marcado por hitos históricos, como su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 donde subió dos veces al podio: plata en trampolín sincronizado y bronce en el individual, un logro que ningún mexicano había alcanzado en más de cuatro décadas.
En este sentido, Olvera recordó que "para mí fue un sueño hecho realidad, ser doble medallista en una sola edición. Para México, llevábamos más de 40 años sin que un atleta ganara dos medallas en los mismos Juegos Olímpicos".
Ese logro lo situó, a su corta edad, como referente del deporte nacional, mérito que el propio Olvera acepta con cautela.
"He logrado muchas cosas a tan corta edad, pero quiero más. Mi trayectoria aún le falta mucho", aseveró.
Más allá de los podios, el joven mexicano también ha destacado en el ámbito social, pues fue nombrado embajador de la Semana Nacional de Salud Pública en México, que inició el pasado sábado 6 de septiembre, donde impulsa hábitos saludables entre niños y jóvenes.
"He participado con UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) haciendo videos, invitando a los niños y a los jóvenes a comer bien y a hacer deporte. Entrenarse no es solo para competencia, es para toda la vida mantenerse saludables", dijo Olvera.
En su meteórico ascenso, la figura de la entrenadora china Ma Jin resulta esencial, pues desde su llegada a México hace más de dos décadas, Ma ha transformado la preparación de los clavadistas mexicanos con una exigencia técnica sin concesiones.
Al respecto, Olvera destacó, con gratitud absoluta, el papel de su entrenadora en su carrera profesional.
"Si no fuera por Ma Jin, yo creo que no tendría ninguno de estos logros. Siempre lo voy a decir, es la mejor entrenadora del mundo", afirmó.
En este contexto, Olvera destacó la atención a la técnica y el detalle como parte de la metodología de la entrenadora china.
"Se fija en los más mínimos detalles, la técnica la sabe a la perfección, ve lo que muy pocos ven. Yo solamente escucho y hago lo que ella me diga", explicó.
Esa mezcla de disciplina china y entusiasmo mexicano ha dado frutos históricos, entre ellos el más reciente papel de la delegación mexicana en Singapur donde lograron hacerse con un total de siete medallas.
"Nos motivamos al ver a tu compañero ganar. Iniciamos con la medalla en equipo mixto, y eso nos impulsó a todos", relató Olvera.
Respecto al futuro, el campeón mexicano no esconde su ambición al compartir sus planes a corto y largo plazo.
"A corto plazo, el próximo año hay Juegos Centroamericanos, es una competencia que nunca he ido, entonces estoy emocionado. Obviamente, también las Copas del Mundo, donde vuelvo a competir contra China, eso me emociona. A largo plazo, sin duda llegar a Los Ángeles (Juegos Olímpicos, 2028) y ser campeón olímpico", dijo.
El joven clavadista mexicano sabe que su ejemplo inspira a niños y jóvenes que lo siguen y admiran, por lo que les envió un mensaje.
"La disciplina, el esfuerzo, hacer las cosas incluso cuando no las quieras hacer, días buenos y días malos. Si de verdad te esmeras por tus sueños tarde o temprano lo vas a lograr".
La relación de Olvera con China va más allá de la alberca y sus sesiones de entrenamiento y competencia con Ma Jin.
Durante un campamento de entrenamiento a inicios de año celebrado en China, quedó impresionado por la cultura y las tradiciones del país asiático, cultura que adoptó parcialmente y que se pudo observar durante la entrevista donde lucía un traje típico chino que evocaba aquellas vivencias.
"Las veces que he ido siempre hay algo nuevo que me sorprende. Su comida es muy rica y la cultura en general se me hace muy interesante", relató.
Sobre su atuendo, recordó, con una sonrisa, que "en el campamento siempre pasábamos por un parque y había unos señores grandes practicando Tai Chi con esto puesto. Le dije a Ma Jin: yo quiero uno de esos para cuando tengamos un evento en México, y por eso lo traigo".
Con humildad y determinación, Osmar Olvera encarna la nueva generación del deporte mexicano, además de un puente entre México y China en los clavados, y un nombre que promete seguir resonando en las piscinas del mundo rumbo a Los Ángeles 2028 donde podría inscribir su nombre con letras de oro en la historia de los Juegos Olímpicos.
Imagen del 6 de septiembre de 2025 del clavadista mexicano, Osmar Olvera, mostrando su medalla durante una entrevista con la Agencia de Noticias Xinhua, en la Ciudad de México, capital de México. La sonrisa de Osmar Olvera aún refleja la emoción de lo vivido hace pocos días en el Campeonato Mundial de Clavados de Singapur 2025, donde consiguió colgarse la medalla de oro en el trampolín de tres metros. (Xinhua/Daniel Augusto)