KUNMING, 6 sep (Xinhua) -- La humanidad necesita nuevos bienes intelectuales públicos a nivel mundial para responder a los desafíos fundamentales a los cuales se enfrenta, debido a que el unilateralismo y el proteccionismo han seguido ganando terreno en los últimos años y ciertos países veneran el poder y el estatus, mientras se aferran a la ley de la selva, según un informe publicado hoy sábado.
Titulado "Responder a las preguntas de nuestro tiempo: la importancia global y el valor práctico de los bienes intelectuales públicos de China", el informe fue dado a conocer por el Instituto Xinhua, un grupo de expertos afiliado a la Agencia de Noticias Xinhua.
"El mundo ha entrado en un nuevo período de turbulencias y transformaciones, y el sistema existente de bienes intelectuales públicos globales cada vez posee menos capacidad para abordar eficazmente los problemas mundiales actuales", afirma el documento.
El mismo revela el grave déficit de dichos bienes intelectuales en el mundo actual y detalla la necesidad contemporánea de los mismos. "Detrás de los déficits mundiales en paz, desarrollo, seguridad y gobernanza se esconde un profundo déficit de ideas", apunta.
En cuanto a la gobernanza global, argumenta que, ante una serie de retos globales, como conflictos geopolíticos, cambio climático, crisis alimentarias, amenazas a la salud pública y a la seguridad digital, el sistema actual de bienes intelectuales públicos globales ha demostrado ser visiblemente inadecuado.
"El cambio climático ofrece un ejemplo contundente: algunas grandes potencias se han retirado de acuerdos internacionales, y algunos países desarrollados han cambiado repetidamente de postura respecto al reparto de cargas, el apoyo financiero y la transferencia de tecnología, lo que socava gravemente la eficacia de la acción colectiva", afirma el informe.
Frente a desafíos tan complejos, sostiene que existe una necesidad urgente de nuevos bienes intelectuales públicos con mayor visión de futuro, inclusión e innovación para renovar los principios rectores y las prácticas de la gobernanza mundial.
Sobre el tema de los conflictos culturales y las crisis de creencias, los nuevos bienes intelectuales públicos culturales deben tratar las profundas cuestiones de la relación de la humanidad con la sociedad y la naturaleza, promover el diálogo y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones, y fomentar la coexistencia, sentando así una base sólida para los valores compartidos de toda la humanidad, de acuerdo con el documento.