RÍO DE JANEIRO, 2 sep (Xinhua) -- La deforestación ha causado una reducción de casi el 75 por ciento de las lluvias en la estación seca de la Amazonia desde 1985, lo que implica que la selva dejó de recibir al menos 15,8 milímetros de lluvia por estación seca, reveló este martes un estudio publicado en la revista científica "Nature Communications".
El informe, elaborado por investigadores brasileños y extranjeros, explica que el fenómeno se debe a que la pérdida de cobertura vegetal en la selva amazónica tiene un impacto mayor que el calentamiento global en la disminución de las precipitaciones en la región.
Asimismo, indica que a esto se suma que, en el mismo periodo, la temperatura máxima del aire en la superficie subió alrededor de 2 grados centígrados (°C), siendo que el 16,5 por ciento de ese aumento está directamente relacionado con la deforestación, mientras que el resto se debe a cambios climáticos globales.
"La Amazonia siempre fue conocida por altos volúmenes de lluvia, incluso en la estación seca, pero encontrar que cerca del 75 por ciento de la reducción está vinculada a la deforestación es muy sorprendente", declaró Marco Aurélio de Menezes Franco, profesor del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Sao Paulo (USP), quien lideró el estudio.
El experto advirtió que los impactos se extienden más allá de la Amazonia, ya que el bioma abastece de humedad al continente a través de los llamados "ríos voladores" (corrientes de vapor de agua), cuya reducción afecta directamente al agronegocio, que ya experimenta pérdidas en la productividad de cultivos, especialmente en las "safrinha", cosechas secundarias posteriores a la principal.
De igual forma, la disminución de las lluvias repercute además en los ríos amazónicos, con niveles cada vez más bajos que afectan tanto a la biodiversidad acuática como a las comunidades que dependen de la pesca y la agricultura de subsistencia.
Ante esto, el estudio advierte que si el ritmo actual de deforestación continúa, hacia 2035 la Amazonia podría enfrentar un aumento de 2,64°C en las temperaturas máximas y una caída de 28,3 milímetros de lluvia por estación seca en comparación con 1985.
Franco alertó que regiones como el "arco de la deforestación", en el sudeste amazónico, registran con más frecuencia sequías, incendios forestales severos y olas de calor extremas, lo que refuerza el riesgo de que el bioma se aproxime a un punto crítico, que, aunque no existe consenso científico, se cree que podría alcanzar su "punto de no retorno" y podría transformarse en un ecosistema más parecido al Cerrado o incluso a la Caatinga.
"Nuestro trabajo tiene implicaciones directas para el debate internacional en la COP30 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). Al cuantificar los efectos de la deforestación, ofrecemos un parámetro objetivo para que gobiernos y negociadores discutan el problema con base en evidencia científica, y no solo en percepciones o intereses políticos", concluyó el investigador.