LIMA, 24 ago (Xinhua) -- Los billaristas peruanos Gerson Martínez y Jackeline Pérez, quienes conquistaron medallas de plata y bronce respectivamente en los Juegos Mundiales 2025, celebrados en Chengdu, provincia china de Sichuan, consideraron que esta experiencia fue una oportunidad para explotar su potencial y proyectarse con confianza hacia nuevas competencias internacionales.
Martínez, de 30 años, alcanzó la medalla de plata en la modalidad Pool Bola 10 tras disputar la final frente al húngaro Oliver Szolnoki. En entrevista con Xinhua aseguró que subir al podio en esta competencia en China fue la confirmación de años de disciplina y preparación.
Recordó que, desde sus inicios a los 17 años en la Federación Peruana de Billar (FPB), soñó con representar al país en torneos internacionales, un objetivo que se concretó en Chengdu.
El billarista destacó la magnitud y profesionalidad del evento, así como la atmósfera de los estadios en el país asiático. "El evento fue algo demasiado top, porque lo hacen sentir como si fuera un partido de fútbol. En billar, yo lo sentí así, todas las tribunas llenas, la gente aplaudiendo, con las cámaras en todos lados, demasiado bonito la verdad", señaló.
Según aseguró Martínez, para su preparación entrenó entre una y dos horas diarias en gimnasio y cuatro horas en mesa, además de rutinas de precisión y saltos.
El deportista peruano subrayó también la fortaleza de los atletas chinos, a quienes consideró modelos de disciplina e inspiración. A su juicio, enfrentarse a jugadores de ese nivel refuerza la confianza en sus propias capacidades y lo motiva a continuar trabajando para futuros certámenes.
Para Martínez, la experiencia en Chengdu trascendió lo deportivo: además de la exigencia de la competencia, el contacto con la cultura local lo marcó profundamente y lo dejó con el deseo de regresar, ya sea como atleta o como viajero.
Por su parte, Jackeline Pérez, arquitecta de profesión de 45 años, logró la medalla de bronce en la modalidad de Billar a 3 Bandas Femenino, lo que le permitirá acceder a los Laureles Deportivos del Perú, la máxima distinción honorífica que esa nación confiere a quienes se han distinguido de manera excepcional en la práctica, labor o dirección del deporte, y que constituía su mayor anhelo.
Tras perder una medalla en 2024, Pérez se propuso regresar con más fuerza y entrenó de manera autodidacta, con prácticas tres veces por semana.
La billarista también calificó de impecable la organización de los Juegos de Chengdu. "Estoy superimpresionada con la organización y, sobre todo, con los atletas chinos, que demuestran mucha disciplina, mucha dedicación, y que es lo que nosotros, como latinoamericanos, como peruanos, queremos llegar a eso", comentó.
Pérez destacó que su triunfo es también un logro compartido con las mujeres billaristas de la región latinoamericana y un paso para abrir camino a nuevas generaciones de jugadoras.
Finalmente, Pérez comentó que le gustaría volver a China para futuros certámenes y también para conocer más de su diversidad cultural, gastronomía y arquitectura, aspectos que le causaron gran impresión durante su estancia en Chengdu.
Ambos atletas coincidieron en que su desempeño en Chengdu es el inicio de una carrera internacional y un aporte al desarrollo del billar en Perú. "La disciplina y la perseverancia serán claves en los próximos retos", concluyeron.