LA HABANA, 18 jul (Xinhua) -- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, lanzó hoy una fuerte apelación a los cubanos para que a través de la "imprescindible participación popular" el país salga de la actual crisis económica que vive.
El mandatario clausuró este viernes en el Palacio de Convenciones de La Habana un periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), al que asistió el expresidente y líder histórico, Raúl Castro, y en el que se debatieron varios aspectos de la actual crisis económica.
Cuba vive desde hace varios meses un serio desabastecimiento de artículos de primera necesidad, al que se unen una severa inflación y constantes apagones por falta de combustible y obsolescencia de las plantas generadoras de electricidad.
El presidente Díaz-Canel reiteró el impacto que tiene el bloqueo que desde hace más de 60 años aplica Estados Unidos contra la isla y que las autoridades cubanas consideran "el principal obstáculo para el desarrollo del país".
"No sería realista ni honesto comprometernos a cumplir con la solución de todas las necesidades y demandas, siempre crecientes, cuando el principal obstáculo para lograrlo es externo", apuntó.
El gobernante dejó claro que "lo que sí podemos y tenemos el deber de comprometer es nuestra energía, nuestro esfuerzo, nuestra búsqueda infatigable de nuevos caminos y acciones hacia la satisfacción de esas demandas".
"Todas las soluciones dependen por entero de nuestra capacidad de creer, de adelantarnos a los acontecimientos y de enfrentarlos con inteligencia, esfuerzo e innovación. Pero, primero que todo, con la imprescindible participación popular", aseveró el gobernante.
Advirtió de que, aun cuando la economía cubana opera bajo muchos riesgos para cualquier decisión, derivados en buena medida de la peor persecución al desarrollo de un país del Sur, "no podemos agregarle más peso con nuestras propias insuficiencias".
En ese sentido, llamó a mantener la convicción expresada por Raúl Castro, de que sí se puede salir adelante y vencer la actual situación con esfuerzos propios y buenos resultados.
"Con la convicción de que sí se puede, tenemos que volcarnos a otras áreas vitales para el desarrollo, como incrementar el ingreso de divisas, en medio de un escenario muy hostil en que el Gobierno de Estados Unidos refuerza su cerco para impedir, cada día más, la entrada de un solo céntimo al país", afirmó.
Agregó que "no podemos permanecer impasibles, mucho menos sentirnos derrotados" y pidió "centrarnos en todas las capacidades exportadoras, que parten del incremento de la producción en todos los renglones posibles, y hacerlo de manera suficiente, en cantidad y calidad, de modo que nos permita imponernos al cerco y a la competencia mundial".
"Depende de nosotros, y solamente de nosotros, ser lo suficientemente eficientes, aun en las difíciles circunstancias, y actuar con manos atadas por el bloqueo que algunos pretenden minimizar o socavar. Es un desafío apremiante, pero no imposible", insistió el presidente.
Según el mandatario cubano, cualquier estrategia para avanzar debe tener en cuenta que la nueva doctrina estadounidense, que busca imponer la paz por la vía de la fuerza, es una amenaza latente para la paz verdadera a nivel global, "lo cual supone un escenario muy peligroso, en el caso particular de Cuba".
"Nadie está a salvo cuando el imperio más poderoso de la historia se salta todas las reglas del derecho internacional para imponer su voluntad hegemónica sobre países que pretende someter, incluso, como hemos visto, sobre sus propios aliados tradicionales", subrayó.