SAN SALVADOR, 28 jun (Xinhua) -- Las medidas arancelarias del Gobierno de Estados Unidos contra numerosos países y regiones, como Centroamérica, obedecen más a lógicas e intereses geopolíticos que económicos, alertó el economista salvadoreño Oscar Cabrera, presidente de la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (FUDECEN).
En entrevista reciente con Xinhua, Cabrera afirmó que la política arancelaria de la administración encabezada por Donald Trump, de persistir, tendrá impactos económicos "significativos" para los países centroamericanos, a los que instó a diversificar sus vínculos comerciales con una visión regional y de integración.
"No hay justificación para imponer ese 10 por ciento de aranceles. En mi opinión, estos aranceles son más de interés geopolítico: buscan definirle a Centroamérica y América Latina que somos el patio trasero, y forzar a reducir las relaciones económicas y financieras con China", declaró Cabrera.
Apuntó que, aunque el efecto de los aranceles aún no se percibe plenamente en estos primeros meses, se estima que para finales de año la economía salvadoreña podría perder cerca de 100 millones de dólares.
A nivel regional, el impacto podría traducirse en una caída de entre 1 y 2 por ciento en las exportaciones respecto al año anterior, observó Cabrera, al tiempo que previó que los sectores más afectados serán los bienes agrícolas y textiles, que constituyen el grueso de las exportaciones centroamericanas hacia el mercado estadounidense.
Pero más allá de los números, subrayó, los efectos tocarán el bolsillo de las familias. "Nosotros prevemos un incremento en el precio de los bienes y servicios, dado que Centroamérica tiene un alto componente importado proveniente de los Estados Unidos".
"Alimentación, bienes médicos, aparatos médicos, van a sufrir un incremento de precios", señaló el presidente de la FUDECEN, quien advirtió que tal situación derivará en una reducción del ingreso disponible de las familias y una inflación que podría repuntar unas décimas al cierre del año.
Frente a este panorama, Cabrera fue enfático: la región debe dejar de depender casi exclusivamente del mercado estadounidense y orientar sus exportaciones hacia mercados emergentes.
"Esta es una lección para la región centroamericana: debemos tratar de diversificar nuestro comercio", sostuvo. Como ejemplos, citó a países sudamericanos como Argentina y Brasil, que han sabido aprovechar la coyuntura para aumentar sus exportaciones hacia países como China.
En ese sentido, ponderó la necesidad de fortalecer la capacidad exportadora regional.
"Lamentablemente, en el caso centroamericano no tenemos una capacidad instalada en la producción agrícola a los niveles de los países del Cono Sur, pero siempre es necesario diversificar las exportaciones, aumentar la productividad e implementar los acuerdos dentro de la relación China-América Latina", afirmó.
El economista no ocultó su preocupación ante la fragmentación de la integración regional centroamericana, al considerar que esta debilidad limita la capacidad de respuesta conjunta frente a crisis externas.
"No es posible que la región haya firmado un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos y que ahora estén negociando país por país. Es totalmente contraintuitivo y lo que nos está diciendo es que cada quien se está salvando solo", lamentó.
Para Cabrera, el desuso del arancel común centroamericano y la falta de un secretario general nombrado en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) son señales claras del estancamiento del proceso regional.
A pesar de que Centroamérica cuenta con antecedentes exitosos de integración, como el Mercado Común Centroamericano de los años 60, hoy la coordinación regional parece debilitada.
"Nos hemos quedado a nivel de una simple integración entre Honduras, Guatemala y El Salvador. Y lamentablemente esa primera etapa de la integración no hemos sido capaces de finalizarla", apuntó.
Para afrontar los retos del nuevo contexto global, Cabrera abogó por una estrategia regional de mediano y largo plazo basada en la innovación y la transición productiva.
"La región necesita desarrollar políticas industriales de mediano plazo, independientemente de los gobiernos de turno, y que se continúen. Hay que pasar de un sector agrícola de baja productividad a un sector agroindustrial y de servicios avanzados", expresó.
Agregó que el único camino viable para aumentar la productividad y reducir costos de producción es a través de la innovación y la difusión tecnológica, área en la que Centroamérica, según él, tiene una amplia desventaja debido a años de desindustrialización.
En tiempos de tensiones comerciales globales y transformaciones geoeconómicas, el desafío para Centroamérica es doble: responder al contexto inmediato, pero también repensar su modelo económico, su estructura productiva y su lugar en el mundo, concluyó Cabrera.