LA HABANA, 12 jun (Xinhua) -- La población cubana vive en los últimos años una acentuada disminución, mientras el envejecimiento demográfico sigue una tendencia ascendente, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) citada hoy jueves en los medios cubanos.
De acuerdo con la prensa local, el vicejefe de la ONEI, Juan Carlos Alfonso Fraga, detalló que la población del país decreció desde poco más de 11,2 millones de habitantes en 2016 a 9,7 millones al cierre del pasado año.
Esa disminución se agudizó entre 2020 y 2024, etapa en la que Cuba experimentó un descenso significativo de 1,4 millones de habitantes, por la confluencia de factores como la baja tasa de fecundidad y la migración externa.
Por otro lado, el funcionario cubano explicó que el envejecimiento demográfico sigue en ascenso con el 25,7 por ciento de la población con 60 años o más, uno de los indicadores más altos de América Latina y el Caribe.
Además de la migración y la baja tasa de fecundidad, factores como la elevada esperanza de vida, inciden en el envejecimiento demográfico en esta década, cuando llegan a la edad de jubilación los nacidos en el llamado "baby boom" de los años 60.
Quienes eran niños y adolescentes entonces, y la generación precedente, integren ahora el grupo de personas inactivas por ser adultos mayores, lo que implica, además de cuidados familiares, atención sanitaria específica y pago de pensiones.
Esas cifras tensan la labor del Gobierno, que estableció hace unos años la Comisión Gubernamental de Atención a la Dinámica Demográfica, encabezada por el primer ministro, Manuel Marrero.
Ese grupo gubernamental enfrenta los retos que implican desarrollar un sistema integral de cuidados para los adultos mayores, reformar el sistema de pensiones y promover mecanismos atractivos para que los jóvenes encuentren la realización personal en el país.
Resolver esa dinámica demográfica requiere del aporte de especialistas de disímiles áreas del conocimiento, porque los temas de población son transversales a la sociedad, y las personas constituyen el recurso fundamental de un país, resaltó Alfonso Fraga.
Esa realidad demográfica tiene como contexto la aguda crisis económica que atraviesa el país por el recrudecimiento del bloqueo que aplica Estados Unidos a Cuba, así como por los problemas estructurales de la economía cubana y el impacto de la crisis internacional.
"La vida se ha vuelto muy difícil para los viejos", dijo a Xinhua el octogenario Luis Martínez, un jubilado que vive en el municipio habanero de Plaza de la Revolución, el más envejecido del país de acuerdo con la ONEI que sitúa al 28,1 por ciento de la población en 60 años o más en esa municipalidad.
Sin embargo, Villa Clara, en el centro de la isla, es la provincia más envejecida con el 29,1 por ciento de sus habitantes con 60 años o más.
Por cuarta ocasión consecutiva, el año pasado los indicadores de natalidad quedaron por debajo de los 100.000 nacimientos, con 19.034 recién nacidos menos que en 2023, y el pronóstico para 2025 es que ese número siga disminuyendo, afirmó Alfonso Fraga citado por la prensa local.
A ese descenso de la natalidad se suma que la tasa global de fecundidad, es decir el número promedio de hijos que una mujer tendría a lo largo de su vida si las condiciones de fecundidad se mantienen estables, fue en el año pasado de 1,29 hijos por mujer, la más baja de la que se tenga registro en la historia estadística del país.
Los demógrafos consideran que para que una población se mantenga estable, sin considerar la emigración, se necesita una tasa de fecundidad de alrededor de 2,1 hijos por mujer, indicador que si es más bajo hace que la cantidad de habitantes tienda a disminuir con el tiempo.
En el caso cubano, ese indicador de reemplazo poblacional no se supera desde 1978, cuando la tasa global de fecundidad fue de 1,87 descendientes por mujer.