RÍO DE JANEIRO, 30 may (Xinhua) -- El Gobierno brasileño admitió hoy viernes que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre, del 1,4 por ciento, fue inferior al previsto y alertó de una posible desaceleración económica.
En una nota técnica sobre el desempeño económico, la Secretaría de Políticas Económicas (SPE) del Ministerio indicó que el crecimiento estuvo por debajo de la expectativa oficial, que era del 1,6 por ciento.
Señaló que las actividades menos sensibles al ciclo monetario y de crédito, como la agropecuaria, fueron las que más contribuyeron al desempeño positivo del primer trimestre.
La tasa básica de interés Selic cerró el primer trimestre en 14,25 por ciento anual y fue elevada en mayo al 14,75 por ciento, su nivel más alto en casi 20 años. Esta política monetaria restrictiva, implementada por el Banco Central de Brasil, busca contener la inflación y anclar las expectativas del mercado financiero.
El sector agropecuario fue el que más creció entre los componentes del PIB por el lado de la producción. No obstante, la SPE prevé que a partir del segundo trimestre de 2025, la contribución del sector agropecuario al crecimiento económico tenderá a volverse negativa.
A pesar del desempeño moderado, el Ministerio de Hacienda mantuvo su proyección de crecimiento del PIB en un 2,4 por ciento para el conjunto del año, apoyado en la resiliencia del mercado laboral y del crédito, sin embargo, alertó que los próximos trimestres no serán de fuerte expansión.
Todos los sectores económicos presentaron un crecimiento inferior al estimado por la Secretaría, en particular el PIB del sector servicios que creció menos de lo esperado debido a los desempeños más débiles en los subsectores de servicios de información, inmobiliarios y servicios prestados a las familias.
También la industria y la agropecuaria mostraron cifras levemente por debajo de lo previsto. En el sector industrial, sorprendió la caída más acentuada en la producción manufacturera y en el área de la construcción.
En la comparación interanual, es decir, con el primer trimestre de 2024, el PIB creció un 2,9 por ciento, por debajo del 3,1 por ciento previsto inicialmente por la SPE.
El PIB puede medirse por el lado de la producción -conformado por los sectores de agropecuaria, industria y servicios- o por el lado de la demanda. En esta última categoría, la SPE destacó una contribución negativa del sector externo, ya que las importaciones crecieron más que las exportaciones. No obstante, el consumo, el gasto público y la formación bruta de capital fijo (inversiones) compensaron esta caída.
"Desde la óptica de la demanda, la absorción interna continuó contribuyendo positivamente al crecimiento, más que compensando la contribución negativa del sector externo", señaló la Secretaría.
El consumo de los hogares creció menos de lo esperado, debido a la desaceleración en el ritmo de expansión de la población ocupada, en la masa salarial y en la concesión de créditos.
En contraste, el crecimiento de la inversión fue impulsado por el dinamismo en la construcción, el aumento en la producción nacional de bienes de capital, la expansión de las importaciones en este rubro y el desarrollo de programas informáticos. La nota también destaca que la importación de una plataforma de petróleo contribuyó significativamente al aumento en la formación bruta de capital fijo.
El informe de la SPE sugiere que la economía brasileña enfrenta un entorno de crecimiento moderado, condicionado por una política monetaria contractiva, pero con fundamentos internos aún sólidos, como el mercado laboral y el acceso al crédito, que podrían sostener el avance del PIB durante 2025.
El estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) indicó este viernes que el PIB brasileño creció un 1,4 por ciento en el primer trimestre.