LA PAZ, 30 may (Xinhua) -- A una semana de que el presidente de Bolivia, Luis Arce, prometiera la normalización del suministro de combustible a partir del 26 de mayo, la escasez persiste y se agrava.
Este viernes, las filas en las estaciones de servicio de las principales ciudades del país sudamericano no solo continúan, sino que se han vuelto más extensas y tensas en diversas regiones del país.
La creciente desesperación y molestia de los automovilistas se da en un contexto de anuncios de huelgas, reclamos ciudadanos y disculpas públicas del Gobierno, que enfrenta crecientes críticas por su manejo de esta crisis.
En algunas zonas de la ciudad de La Paz, sede del Gobierno, las filas en las estaciones de servicio se han extendido por más de 25 cuadras a la espera del arribo de combustible, situación que se replica en distintas regiones del país y se agrava en las zonas rurales, donde ya han comenzado bloqueos de caminos para exigir una solución inmediata, argumentando que necesitan el combustible para trabajar.
Ante esta situación, las autoridades de Hidrocarburos pidieron este viernes disculpas a la población por la molestia de hacer fila en las estaciones de servicio y anunciaron la llegada al puerto de Mollendo, en Perú, de un buque con 40 millones de litros de gasolina y diésel para ser trasladados a las regiones bolivianas.
"Tenemos empatía, pedimos disculpas por esta situación, sé que ocasiona molestia para el normal abastecimiento de las diferentes actividades productivas y de movilidad, pero se está dando cumplimiento a los volúmenes planificados de despacho", manifestó el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, en conferencia de prensa.
El funcionario pidió a la población tener calma, pues una vez que se puedan descargar los buques con combustible, se podrán distribuir mayores volúmenes, por lo que no es necesario que los conductores hagan fila.
"Pero hay factores adversos, la especulación que genera psicosis, porque hay conductores que aun con cuarto o medio tanque de carga, acude a estaciones y eso afecta que se pueda normalizar la provisión", sostuvo el ministro.
Mencionó que también se realizaron gestiones con la empresa chilena Copec y con proveedores del sur y oriente del país para reforzar el abastecimiento desde los puertos de Mejillones y Arica.
Pese a los anuncios oficiales, el malestar social va en aumento.
La Confederación Sindical de Choferes de Bolivia anunció un paro nacional de 24 horas para el 3 de junio, con cierre de fronteras y bloqueo de carreteras, en protesta por el incumplimiento de las promesas gubernamentales.
"Debía normalizarse este tema del diésel y la gasolina, pero no existe ese cumplimiento de la palabra del mismo presidente Arce", dijo el secretario ejecutivo Lucio Gómez, quien además denunció el impacto económico del desabastecimiento, agravado por el alza en los precios de insumos básicos y la escasez de dólares.
Según sus estimaciones, el sector está afectado en un 70 por ciento, especialmente el transporte pesado y de transporte interdepartamental de pasajeros, que pasa más tiempo esperando combustible que operando.