LA PAZ, 28 may (Xinhua) -- El Gobierno boliviano aseguró hoy miércoles que las exportaciones agrícolas y mineras impulsarán un mayor flujo de dólares en las próximas semanas, mientras que el valor del dólar digital USDT, una criptomoneda utilizada en el mercado informal, muestra una tendencia sostenida a la baja.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, informó en conferencia de prensa que el tipo de cambio del USDT, uno de los criptoactivos más utilizados para operaciones no oficiales de compra de divisas en Bolivia, se redujo significativamente.
"El martes en la tarde se cotizaba en 16,35 bolivianos, cuando la semana pasada estaba en 20 bolivianos. Entendemos que hay una tendencia a la disminución", señaló Montenegro.
El retroceso del USDT, que se había convertido en un referente paralelo en medio de la escasez de dólares en entidades financieras, es interpretado por el Ejecutivo como una señal positiva, en un contexto en el que el Gobierno busca fortalecer las reservas internacionales y estabilizar el tipo de cambio oficial.
Este anuncio llega días después de que el presidente Luis Arce prohibiera a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) operar con activos digitales, medida que también apunta a reducir la dolarización informal de la economía.
Montenegro atribuyó la mejora en la perspectiva de disponibilidad de divisas a dos factores importantes como la campaña agrícola favorable y un repunte en los precios internacionales de los minerales.
"La mejor cosecha que hubo en el tema de soya, en la campaña de verano, nos va a traer una buena cantidad de dólares en estos meses. Fue muy buena la campaña que hubo en el sector agropecuario. La minería está también con buenos precios, que van a otorgar una llegada importante de divisas al país", manifestó.
Según el sitio de internet especializado "Dólar Bolivia Hoy", este miércoles el dólar paralelo a la venta se cotizaba en 16,77 bolivianos, mientras que a la compra se ubicaba en 16,30.
No obstante, la tensión cambiaria persiste. Comerciantes, importadores y cámaras empresariales afirmaron que la falta de liquidez en dólares sigue generando sobrecostos operativos, demoras en pagos internacionales y una creciente dependencia del mercado negro.
Bolivia, que mantiene un tipo de cambio fijo desde 2011 (6,96 bolivianos a la compra y 6,86 bolivianos a la venta en el sistema oficial), enfrenta un escenario complejo marcado por el descenso de sus reservas internacionales netas, una alta demanda de divisas para importaciones y un rezago en las exportaciones de gas natural, su principal fuente de ingresos durante décadas.