LA PAZ, 15 may (Xinhua) -- Al menos 59 muertos y más de 919.000 familias afectadas dejó la temporada de lluvias en Bolivia que comenzó en noviembre de 2024 y llega a su fin este mes de mayo, informó hoy jueves el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
Señaló que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) no ha emitido nuevas alertas, "ni meteorológicas, ni hidrológicas, ni por vientos fuertes", lo que significa que el evento por inundaciones está pasando paulatinamente.
"Estamos ingresando en un periodo de transición hacia la siguiente época (invierno), que es de bajas temperaturas, heladas y granizadas", afirmó Calvimontes en rueda de prensa al dar un balance sobre la pasada temporada de lluvias, considerada la más devastadora en los últimos 40 años.
De acuerdo con el informe oficial, el temporal dejó 2.443 viviendas totalmente destruidas, 7.509 viviendas dañadas, 10 personas desaparecidas y 103 familias evacuadas.
En total, 293 municipios fueron afectados en los nueve departamentos del país: 239 de ellos declarados en desastre y 25 en emergencia.
Los departamentos de Beni (noreste), Chuquisaca (sur), Oruro (oeste), Pando (norte) y Tarija (sur) fueron declarados en desastre departamental, en tanto que La Paz (oeste), Potosí (sudoeste) y Santa Cruz (este) se encuentran en emergencia. Solo Cochabamba (centro) no ha emitido ninguna declaratoria.
El Gobierno boliviano ha dado por concluido el ciclo de inundaciones que azotó gran parte del país durante los últimos seis meses, pero alertó sobre una nueva etapa marcada por fenómenos climáticos extremos propios del invierno andino.
"La siguiente (estación de invierno), con seguridad, también va a ser un periodo muy duro", reiteró Calvimontes, al subrayar que las heladas y granizadas, ya visibles en varias regiones, pueden afectar cultivos, ganado y la salud de miles de personas, especialmente en áreas rurales.