LA PAZ, 15 abr (Xinhua) -- El presidente boliviano, Luis Arce, afirmó hoy martes que el país producirá a partir de 2026 el 80 por ciento del diésel que consume, dejando atrás su dependencia casi total de las importaciones subvencionadas y avanzando hacia una solución estructural al problema del abastecimiento.
El anuncio fue realizado durante un acto público en el municipio de El Puente, departamento de Tarija (sur), donde el mandatario presentó los pilares del ambicioso plan energético en medio de una crisis energética que ha generado escasez de combustibles y afectado a sectores cruciales de la economía nacional.
En su intervención, Arce atribuyó la actual crisis a la falta de inversión en exploración de hidrocarburos durante anteriores gestiones, y reafirmó que su Gobierno está "corrigiendo ese rumbo" con acciones concretas desde noviembre de 2020.
Explicó que esta meta será alcanzada gracias a tres pilares estratégicos: el desarrollo del pozo Mayaya XI, la entrada en operación de dos plantas de biodiésel en Santa Cruz y El Alto, y la construcción de una planta de aceite vegetal hidrotratado (HVO), que situará a Bolivia entre los pioneros de la región en el uso de esta tecnología sostenible.
El campo Mayaya, descubierto en 2023 en el norte del departamento de La Paz, fue calificado como uno de los 10 mayores hallazgos de petróleo y gas del mundo ese año por la consultora internacional S&P Global Commodity Insights.
Con reservas estimadas en 1,7 trillones de pies cúbicos, el yacimiento representa una esperanza concreta para recuperar la autosuficiencia energética que Bolivia tuvo en el pasado.
Junto a esta iniciativa, el Gobierno impulsa la industrialización del biodiésel, como complemento a la producción tradicional. En marzo de este año, se inauguró la Planta de Biodiésel I en Santa Cruz (este), mientras que una segunda planta será inaugurada este mes en El Alto contigua a La Paz (oeste).
Además, se construye una planta HVO en la provincia Germán Busch en Santa Cruz.
"El problema es estructural. Hoy importamos el 90 por ciento del consumo interno del diésel", subrayó Arce.
Desde 2023, Bolivia ha enfrentado intermitencias en el suministro de combustibles, principalmente diésel y gasolina, situación que ha provocado filas en estaciones de servicio, paralización del transporte y dificultades para la agroindustria. El Gobierno atribuye esta crisis a la falta de dólares, cuya circulación estaría trabada en el Legislativo por la no aprobación de créditos externos.