LA PAZ, 8 abr (Xinhua) -- Bolivia alzó hoy martes la voz para exigir unidad, integración soberana y justicia económica frente al orden internacional desigual y cuestionó la guerra comercial lanzada por Estados Unidos, en un foro regional antes de la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
En el evento internacional, que reúne a una treintena de presidentes en Tegucigalpa, Honduras, la canciller boliviana, Celinda Sosa Lunda, denunció como "doble moral" de Estados Unidos la guerra comercial global, por la imposición de aranceles que afectan directamente a las economías de la región.
"Esta es una política de doble moral que contradice los principios del libre comercio, estas medidas proteccionistas afectan a todas las economías del mundo, especialmente a los trabajadores", aseveró en el evento transmitido por la Cancillería boliviana y medios estatales.
Sosa apuntó que estas políticas proteccionistas contradicen abiertamente los principios del libre comercio y castigan especialmente a los trabajadores del Sur Global.
"Es una política de doble rasero que vulnera la equidad internacional", subrayó la ministra, enfatizando que América Latina y el Caribe no pueden seguir atadas al vaivén de decisiones impuestas por potencias externas.
La representante boliviana propuso una hoja de ruta común para consolidar la soberanía económica, política y cultural del bloque, impulsando una agenda de integración efectiva sin tutelajes ni subordinaciones desde la CELAC.
"Somos dueños de nuestro presente y protagonistas de nuestro futuro", afirmó Sosa con determinación.
Entre las propuestas lideradas por Bolivia y debatidas con las delegaciones presentes, se encuentran la Declaración sobre Mujeres, Paz y Seguridad, la inclusión activa de la juventud en la agenda regional, el combate a la minería ilegal y la defensa de la soberanía alimentaria.
También se destacó el proceso boliviano ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) para corregir la clasificación de la hoja de coca, reivindicada como símbolo ancestral y patrimonio cultural.
La canciller boliviana dedicó parte de su mensaje a la crisis climática, al calificar los incendios en la Amazonía como una amenaza global.
En ese marco, Bolivia instó a levantar una voz común y firme en la próxima COP30, exigiendo compromisos reales a los países responsables del cambio climático. Rechazó asimismo la criminalización de la migración y propuso políticas con enfoque de derechos, justicia y solidaridad.
En el cierre de su intervención, Sosa extendió una invitación internacional a participar del Bicentenario de Bolivia, que se celebrará el próximo 6 de agosto. "Son 200 años de lucha, identidad y soberanía junto a nuestros 36 pueblos indígenas, originarios y campesinos ", señaló.
Por su parte, el presidente boliviano, Luis Arce, viajó la tarde del martes a Tegucigalpa para unirse a la cumbre, calificándola como "crucial" en un momento de transformación geopolítica regional.
Antes de partir, entregó simbólicamente el Bastón de Mando al vicepresidente David Choquehuanca, reafirmando el compromiso institucional del país con los espacios multilaterales.
Bolivia llega a esta cumbre con una agenda centrada en la defensa de los recursos naturales, la autodeterminación de los pueblos y la revitalización del multilateralismo.
La Declaratoria de Tegucigalpa, consensuada previamente por los coordinadores nacionales, será refrendada por los presidentes y recoge compromisos clave sobre seguridad alimentaria, salud pública, digitalización y justicia climática.