Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 21 mar (Xinhua) -- El fin de una sequía sin precedentes y la reducción de la brecha cambiaria con Argentina fueron clave para que la economía de Uruguay se fortaleciera en 2024 con una expansión de 3,1 por ciento, tras el magro 0,7 por ciento de 2023.
Este resultado "se explica mayoritariamente por el revés de la sequía que tuvimos en 2023 y que se superó en 2024", expresó a Xinhua Martín Alesina, economista e investigador del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES).
El país sudamericano afrontó entre 2020 y 2023 "la peor" sequía desde que existen registros locales, según el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), lo que ocasionó pérdidas millonarias al sector productivo y dificultades de abastecimiento del agua potable.
"Las exportaciones, sobre todo de soya y el sector ganadero, levantaron y explican en buena parte este crecimiento", sostuvo Alesina.
La soya experimentó una drástica recuperación, pasando de 400 millones de dólares exportados en 2023 a 1.200 millones el año pasado, mientras que la carne bovina, histórico estandarte exportador, tuvo un año estable con 2.026 millones de dólares que lo dejaron segundo en el ranking de envíos.
El dato de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), dado a conocer el jueves por el Banco Central del Uruguay (BCU), "confirmó la recuperación del sector Agropecuario postsequía, con una variación del 11,3 por ciento", detalló el economista de la consultora CPA Ferrere, Nazareno Sánchez.
"Este rebote incidió positivamente en las exportaciones, que crecieron un 8,3 por ciento en 2024, reflejando la normalización de las condiciones climáticas", evaluó Sánchez en diálogo con Xinhua.
"Siguiendo esta línea, también destacó el sector Energía, Gas y Agua con un crecimiento de 19,6 por ciento, favorecido también por la normalización del clima y por la mayor generación de energía basada en fuentes renovables", subrayó.
Alesina, en tanto, hizo mención al "efecto positivo" que generó la reanudación de la refinación de petróleo tras una parada técnica de la refinería estatal de ANCAP.
Otro aspecto clave fue "la mejora de la brecha de precios que tuvimos con Argentina que generó menos turismo emisivo a Argentina y más compras en el Uruguay que en el año 2023", de acuerdo al experto.
A eso le sumó la producción plena de la segunda planta de celulosa de UPM en el país, que colaboró en que las exportaciones celulósicas se convirtieran por primera vez el año pasado en el principal producto colocado (2.545 millones de dólares).
El resultado de 2024 estuvo alineado con las proyecciones oficiales y de los analistas privados.
Alesina estimó que el crecimiento económico de 2024 "es más de lo que Uruguay está acostumbrado en los últimos años, que es un promedio de 1 por ciento de crecimiento promedio anual en los últimos 10 años".
CERES espera un crecimiento de 2,5 por ciento para 2025, año marcado por la asunción el 1 de marzo del nuevo gobierno de Yamandú Orsi (Frente Amplio), tras una moderación del efecto "rebote".
"Lo que estamos viendo en lo que va del año son señales positivas", mencionó Alesina.
El Índice Líder CERES (ILC), que elabora la consultora y anticipa cambios en el ciclo económico, "ya mostró dos meses positivos en enero y en febrero, eso quiere decir que la actividad seguiría creciendo", subrayó el experto.
El flamante ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, manifestó días atrás que "la situación económica del país, es la situación de un país sólido, que tiene grado inversor, que tiene una economía que funciona, pero que tiene grandes oportunidades de mejora".